Ecologistas en Acción de Sevilla han denunciado la "ola de incendios provocados" en el entorno de los parques del Tamarguillo y Torreblanca y que han puesto en alerta al vecindario del Distrito Este, después de que se hayan resgistrado fuegos en las cercanías de la Hacienda de la Caridad y las Lagunas del Este, un entorno de gran biodiversidad en el término municipal de la capital hispalense que alberga especies amenazadas y protegidas según la Directiva Europea Hábitats.
Según ha alertado en una nota de prensa, los incendios se vienen registrando desde el lunes 26 de mayo, según les han comunicado las autoridades y efectivos de emergencia que se han desplazando hasta la zona para atender estos incendios. "El 112 recoge diariamente avisos por incendios en los espacios libres, campos agrícolas y zonas forestales que se encuentran frente a la calle Profesor Manuel Olivencia Ruiz en el Distrito Este de Sevilla", avisan apuntando que con "ya son, al menos, siete los incendios provocados en lo que llevamos de año, todos ocurridos en los últimos días".
Hasta la zona se han desplazado dos autobombas del servicio de bomberos del Ayuntamiento para controlar los incendios que se vienen produciendo repetidamente entre los parques de Torreblanca y Tamarguillo, un entorno que contiene zonas de alto valor ecológico como La laguna de El Sapo. Como informan desde la Delegación del Distrito, el CECOP estuvo en alerta durante toda la semana pasada, después de que se produjera un incendio que calcinó cerca de cinco hectáreas de cultivos de trigo que no se han llegado a cosechar. "Tristemente se trata de la tónica común en la zona cuando se producen altas temperaturas. A pesar de las lluvias, este año se repiten con más frecuencia y virulencia de lo que viene siendo habitual, precisamente después de haber tenido lugar actividades como los paseos de Jane, que por tercer año consecutivo recorrió las zonas que han sido presas de las llamas, o el Encuentro EcoMetróPolis el día 24 de mayo que reunió a colectivos que vienen trabajando por la educación ambiental en estos barrios del Distrito Este", lamentan.
En Andalucía, la quema de rastrojos está prohibida desde el 1 de junio por el peligro a que se produzcan incendios forestales. Fuera de esa fecha, previo cumplimiento de las normas de prevención de incendios y siempre con la autorización de la autoridad correspondiente, está permitido realizar únicamente quemas de rastrojos y no de otros residuos sólidos, como plásticos y gomas, que son evidentes por el humo negro que desprenden en comparación con el humo blanco del herbazal. La condicionalidad establece además que no se pueden quemar rastrojos de las cosechas de cultivos herbáceos, salvo que esté autorizada por el órgano competente en sanidad vegetal. Sin embargo, este año no ha dado tiempo suficiente y se han perdido las cosechas de cereal en el entorno, que ha sido pasto del fuego. "A las once de la noche del lunes día 2 de junio aún podía verse la luz y el humo que desprendían los incendios desde los edificios colindantes en el barrio de Sevilla Este", lamentan.
Pérdida de biodiversidad
Además del peligro que supone para las viviendas la cercanía del fuego, especies de aves amenazadas, como el aguilucho cenizo, que habitualmente se reproducen en pastizales de cereal, también se ven muy afectadas por los incendios en Andalucía, alertan. Esta especie, como cernícalos, cogujadas, bisbitas y otras propias campean o crían en grandes extensiones abiertas, desde herbazales hasta carrizales, y están particularmente ligadas en nuestra región a los cultivos de cereal, sobre todo trigo y cebada, que constituyen su principal hábitat reproductivo, además de matorrales y humedales. La intensificación en el uso de fitosanitarios, la reducción de linderos entre parcelas, que disminuyen la diversidad de presas y ambientes y el adelanto de la cosecha, incrementa el fracaso para estas aves, así como el labrado de barbechos en primavera. Esta estrecha dependencia de algunas especies por los cultivos cerealistas y la intensificación de la agricultura, ya sea por la mecanización del campo o el uso de variedades tempranas de cereal, se traducen en una gran pérdida de biodiversidad. Los incendios afectan tanto a los pollos como a las presas de las que se alimentan, una variedad de mamíferos, reptiles y anfibios, poblaciones silvestres especialmente llamativas en las lagunas del Este de Sevilla cuyo valor ambiental el propio pleno del Ayuntamiento de Sevilla ha reconocido por unanimidad.
Se ha estimado que la mayor parte de los pollos en zonas cerealistas no han volado aún en el momento de la cosecha, lo que provoca un declive de las poblaciones que, junto con la reducción de las presas y los cambios a gran escala en las políticas agrarias, hacen que sea una especie en amenaza creciente y que se acerca cada vez más al peligro de extinción. Y no es la única, el entorno de la Laguna de El Sapo es zona de cría de especies de anfibios, los vertebrados más amenazados del planeta. Los incendios, además de poner en jaque a vecinos y autoridades, reducen la biodiversidad, ya fuertemente disminuida a causa del cambio de usos de los suelos y la intensificación agrícola. Las campañas de salvamento del Aguilucho Cenizo durante las cosechas en Andalucía han tenido efectos muy beneficiosos en pollos y nidos, por lo que viene siendo implementada con éxito en muchas comunidades autónomas del Estado español.
Futuras urbanizaciones
En la planificación urbana de los espacios que están siendo incendiados estos días y que acaban de ser pasto del fuego existen tres proyectos de urbanización que en este momento se encuentran en fase de aprobación inicial en la Gerencia Municipal de Urbanismo de Sevilla. Se trata de los Planes de Parciales de Ordenación de Santa Bárbara (SUO-DE-01, SUS-DE-04, SUS-DE-05) que prácticamente ocupan el área ahora incendiada. No es la primera vez que estas zonas son presas de las llamas. Pero sí es llamativo que suceda con tanta frecuencia y precisamente en un año lluvioso como este. La magnitud de las precipitaciones el presente año han permitido el crecimiento rápido de los cultivos y que, en el mes de junio aún haya agua tanto en La laguna de El Sapo, como en las lagunas del Parque de Torreblanca y del antiguo hospital de San Pablo de Sevilla, como hace mucho tiempo no sucedía. El uso futuro de estos suelos no debería condicionar que se produzcan incendios de esta manera poniendo en peligro a las poblaciones cercanas y al entorno de los parques urbanos.
Desde Ecologistas en Acción Ecologistas se viene alertando desde hace años sobre el abandono al que se someten algunos espacios de la periferia de la ciudad, convertidos en vertederos de residuos incontrolados, entre otras actividades degradantes para el medio. En verano, los incendios no son la excepción. El pasado, en concreto, Ecologistas en Acción denunció los incendios que se venían produciendo en Sevilla capital: incendios en zonas verdes donde se pretende urbanizar, en espacios donde se planifica una carretera a través de un parque urbano y en áreas de reforestación vecinal. Desde la Federación apelaban así a la responsabilidad y compromiso del Ayuntamiento por la protección y cuidado del medio ambiente especialmente en espacios dentro de zonas forestales de alto valor ecológico, social y parques urbanos.
Desde que se denunció en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla el estado de abandono de uno de los últimos humedales de la ciudad de Sevilla, se han producido al menos siete incendios en el entorno de las Lagunas de “El Sapo”. La Plataforma SAVE! (Salvemos el Anillo Verde del Este) defiende este espacio, único en la ciudad, ante la degradación y los planes urbanísticos que pretenden convertirlo en áreas industriales y residenciales sin tener en cuenta un entorno único.