Parece mentira, pero el Betis se vino de vacío de Zaragoza tras no saber matar un partido en el que ganó los tres primeros cuartos, pero encajó un severo 33-18 en los últimos diez minutos de partido, dejando el marcador en un apretado 102-99 favorable a los locales.
Nadie en el pabellón maño parecía confiar en que el Betis perdiese el partido, viendo el tremendo control que tenía del mismo, y los guarismos que los marcadores de los tres primeros cuartos habían dejado a favor de los sevillanos: 23-25, 24-28 y 22-28, pero el 69-81 con el que comenzó el último acto del encuentro fue una motivación para los locales más que una desventaja, y el ataque zaragozano desarboló a un Betis Energía Plus que debía pensar que el partido ya era un trámite con 12 puntos a favor a falta de diez minutos.
El último cuarto comenzó con, aparentemente, todo en contra para los locales, con un público que pitaba a sus jugadores, y un Betis que pensaba que se trataba solo de aguantar todo lo posible el marcador y esperar para ganar el partido.
Pero ahí sacó sus mejores números Sergi García, con unos números espectaculares para un jugador de solo 19 años de edad. Acabó el partido con 16+4+3 para 21 de valoración), y decidió echarse el equipo a la espalda para lograr una remontada imposible.
Al final, todo se trataba de que el Tecnyconta Zaragoza tuvo más ganas en defensa y más acierto en ataque cuando todo parecía perdido, y el Betis cogió el AVE de vuelta en medio de su frustración.
