Los tres acusados de asesinar a otra mujer en La Rinconada, entre ellos dos hermanas que eran cuñadas de la víctima, han sido identificados "sin ninguna duda" por una testigo protegida durante la segunda sesión del juicio con jurado que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla.
"Ahora que los veo cara a cara, sé que son ellos. Me acuerdo mejor hoy que aquel día", ha referido la testigo, que era vecina de la mujer fallecida y vio a los acusados salir de la casa minutos después de los hechos, ocurridos sobre las 9.30 horas del 19 de abril de 2016.
Un jurado popular está enjuiciando a C.N.S., R.N.S. y F.J.M.R., que el lunes se declararon inocentes y para quienes la Fiscalía pide 25 años de prisión por un delito de asesinato y que indemnicen con 714.800 euros a la familia de la víctima, que era la viuda del hermano de las dos procesadas y que falleció como consecuencia de una agresión en la que llegó a recibir 61 cuchilladas.
La primera de las dos testigos que han declarado este martes, ambas por videoconferencia desde otra sala de la Audiencia "por miedo", ha recordado que los familiares políticos de la víctima "se llevaron varios días acechando por la calle" y que el 19 de abril sintió "un chillido" de la mujer, que gritaba "socorro, me están matando".
"Yo vivía enfrente y estaba en mi casa, como a quince metros de la suya. Tengo azúcar y tensión, pero la vista y el oído los tengo fenomenal", ha afirmado también la mujer, que en un primer momento identificó a otra hermana, E.N.S., pero dos años después, en otra rueda de reconocimiento, señaló a C.N.S.
"Puede que me equivocase, pero ahora no me he equivocado", ha indicado después de identificar en la sala tanto a las dos acusadas como al acusado, que entonces era pareja de R.N.S.
"Como era paya, no la querían. La culpaban de la muerte del hermano y le querían quitar a la niña, por eso le hicieron lo que le hicieron y la amenazaron muchas veces", ha proseguido la testigo, quien ha justificado que fue la propia víctima quien se lo contó.
La testigo ha añadido que la familia política de la víctima "formaba espectáculos en la guardería" donde ella llevaba a la hija que tenía en común con el hermano de las acusadas y ha matizado que la puerta de su casa, donde regentaba un quiosco, "nunca estaba abierta", ya que "vendía por la ventana", al contrario de lo que apuntaron las encausadas el lunes.
En ese detalle ha coincidido con la segunda testigo, que el día de autos vio salir a los acusados de la casa de la víctima mientras paseaba a su perro, aunque durante la instrucción señaló que se encontraba en el salón de una vecina.
Esta testigo ha señalado a las acusadas por sus nombres y también ha identificado en la misma sala a F.J.M.R., a lo que ha agregado que los vio salir "veinte minutos" después de oír la voz de la víctima diciendo "que me matan".
En esta segunda sesión también ha comparecido una camarera que trabajaba para la familia de las acusadas y que ha explicado que le ofrecieron dinero y días de descanso a cambio de que dijera a la Guardia Civil que E.N.S. había estado en su bar "entre las 9 y las 10 de la mañana".