La Unidad de Glaucoma del Hospital Universitario de Valme de Sevilla atiende cada año 11.500 consultas, cifra que supone un 20% del total de enfermedades abordadas en el servicio de Oftalmología de este centro.
Así lo han dado a conocer desde el propio hospital en una nota este jueves en el que resaltan la "calidad profesional y disponibilidad de técnicas innovadoras para el abordaje diagnóstico-terapéutico" del glaucoma, así como explican que desde Valme se está desarrollando un proyecto de consulta virtual que aportará "calidad a su manejo".
El glaucoma, del que este jueves, 12 de marzo, se celebra su día mundial, es una enfermedad que afecta a más de 55 millones de personas en el mundo, siendo la primera causa de discapacidad visual severa de tipo irreversible en los países occidentales.
Esta dolencia afecta el nervio óptico de forma progresiva y en ambos ojos, manifestándose por la alteración de la presión intraocular y produciendo una reducción del campo visual de manera progresiva.
Constituye una de las dos causas más importantes de ceguera evitable, junto a la degeneración macular asociada a la edad. En realidad, se trata de una enfermedad crónica, pero que si se detecta a tiempo se puede frenar su avance y garantizar que la persona pueda seguir viendo "por muchísimo más tiempo".
Los especialistas insisten en que se trata de una enfermedad silenciosa, dado que no presenta grandes síntomas hasta que ha evolucionado demasiado y tiene peor solución. Por ello, los expertos subrayan la importancia del diagnóstico precoz de la enfermedad para frenar su progreso y obtener un mejor pronóstico de la misma.
Tiene una prevalencia del 3% en la población adulta, porcentaje que sube al 7% por encima de mayores de 80 años de edad. Una prevalencia que va en aumento debido al envejecimiento progresivo de la pirámide poblacional y del diagnóstico precoz, según aclaran desde la Administración andaluza.
La Unidad de Glaucoma del Hospital Universitario de Valme está coordinada por el oftalmólogo Jesús Hernández-Barahona. Cuenta con tres oftalmólogos, tres enfermeras y residentes de esta especialidad médica que rotan por ella.
En su cartera de servicios disponen de técnicas diagnósticas, tanto para la valoración de la sensibilidad en el campo visual (campimetría), como para el estudio del nervio óptico y estructuras de la mácula dañadas por esta enfermedad (tomografía óptica).
En el área quirúrgica cuentan con una amplia gama de técnicas clásicas junto a técnicas innovadoras, como es el caso de los nuevos implantes microincisionales. Según Hernández-Barahona, "la innovación quirúrgica que se está produciendo en la actualidad se centra en abordajes menos invasivos, más seguros que minimizan complicaciones y orientados a la recuperación más rápida del paciente".
PROYECTO DE CONSULTA VIRTUAL EN GLAUCOMA
Como novedad, la Unidad de Glaucoma de este hospital sevillano está trabajando en un proyecto basado en la tendencia actual en medicina, la telemedicina, que, según Hernández-Barahona "supone un notable impacto en un área asistencial que incluye gran densidad poblacional --400.000 habitantes--, de tal modo que el proyecto está orientado a respuestas más ágiles que permitan tratamientos precoces y que eviten al paciente desplazarse al hospital".
El servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Valme tiene articulado el abordaje de esta dolencia en dos áreas. Por un lado, en el propio hospital, donde anualmente se atienden 7.000 consultas correspondientes a fases avanzadas de la enfermedad, seguimiento con pruebas y diagnósticos complejos.
En el Área Hospitalaria de Valme, los oftalmólogos pasan otras 4.500 consultas anuales en sus tres centros periféricos de especialidades --Dos Hermanas, Alcalá de Guadaira y Morón de la Frontera-- referentes a casos leves, fases iniciales y pacientes estables.
Al respecto, desde el Valme defienden que la implantación de una consulta virtual permitirá aportar "calidad al manejo de esta enfermedad mediante la comunicación inmediata entre especialistas desde los diferentes centros sanitarios".
Destacan que, como beneficios, aporta "una mayor agilidad diagnóstica en una de las patologías que más pruebas genera en el servicio de Oftalmología y ahorra desplazamientos innecesarios a los pacientes fruto de un mejor cribado de los casos graves tributarios de un abordaje más complejo y de carácter hospitalario".