Miles de kilos de tomates "maduros y blanditos" cultivados en el sur de la provincia de Valencia se encuentran ya en la cámara frigorífica de una empresa valenciana a la espera de ser utilizados como munición festiva en la Tomatina que se celebra el próximo miércoles en Buñol.
Hasta 120.000 kilos de tomates se lanzarán en la tradicional cita del último miércoles agosto de la Tomatina de Buñol, que llega este año a su edición número 77 y tiene ya vendidas cerca de 16.000 entradas para asistir ala fiesta y 20 prerreservadas -a 500 euros cada una- para acceder a los camiones desde los que se lanzan los tomates.
La empresa Frutas y Verduras Massanassa, ubicada en Silla (Valencia), es la encargada este año de facilitar las toneladas de tomate tipo pera, que no esté verde para esta particular guerra, y que en esta ocasión ha sido cultivado en Valencia y que se encuentra ya "en un punto de maduración óptimo" para la fiesta.
"Hay muchos retos, porque es plantarlo, puede haber granizo, puede haber sequía como hubo el año pasado, puede haber plagas, y luego que el tomate vaya más avanzado o menos avanzado", ha explicado uno de los gerentes de la empresa, José Miguel Ribes.
Otra de las gerentes, Susana Ribes, ha señalado que la empresa vende actualmente 30 millones de kilos de fruta y verdura anuales y que en esta ocasión han buscado el reto de surtir de material a la Tomatina, "una fiesta muy alegre, muy bonita, muy de juventud, con mucha alegría".
A las instalaciones donde se guardan los tomates ha asistido uno de los capitanes de los camiones de la Tomatina, Manu Gómez, quien tras revisar al material ha asegurado que quienes participen en la cita del miércoles "pueden estar tranquilos".
"Los tomates están muy bien, porque están maduros, no están podridos ni tienen tierra", ha asegurado este capitán, quien ha considerado que este año "son perfectos" y están "maduros y blanditos", como se precisa para una Tomatina que ha augurado "va a salir muy bien".
Asimismo, ha explicado que cuentan con un capitán en los camiones, que se encarga de que toda la gente lleve su arnés de seguridad, vayan todos bien atados y va controlando la cantidad de tomate que se bascula en cada movimiento del camión, y otro abajo que se encarga de mover el vehículo y que nadie resulte lesionado.