Las hermandades de Sevilla han empezando a realizar ensayos con cuadrillas de costaleros siguiendo las recomendaciones sanitarias publicadas hace una semana por la Junta de Andalucía, de modo que ya se han visto en la ciudad las primeras parihuelas con costaleros portando mascarillas FFP2, tal y como sugiere el texto.
Es el caso de la corporación del Baratillo, del barrio del Arenal, que en la noche de este miércoles, después de las 22,00 horas, la hora fijada por el Ayuntamiento para los ensayos previstos de lunes a sábado, con el fin de evitar problemas de tráfico, realizaba su primer ensayo con la aplicación de algunas de esas recomendaciones.
En sus redes sociales, la hermandad del Miércoles Santo informaba del inicio de dichos ensayos, en concreto de la cuadrilla del primero de sus pasos, el del Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Piedad, de cara a la próxima Semana Santa, al tiempo que mostraba imágenes relacionadas con las citadas recomendaciones sanitarias "para evitar nuevos contagios de Covid-19", como diversos test de antígenos, todos ellos con resultado negativo.
En este sentido, la citada guía contempla entre esas recomendaciones para los ensayos de procesiones religiosas la reducción de los mismos "a los necesarios o imprescindibles" o el hecho de "no acudir a esos ensayos si se tienen síntomas compatibles con Covid, si se está en aislamiento por positividad o si es contacto estrecho de positivo".
La mayoría de las indicaciones "no supone una sorpresa" para el gremio de capataces y costaleros porque ya se aplican desde hace meses, como la solicitud del certificado Covid a los miembros de las cuadrillas, que se realicen test de autodiagnóstico 24 horas antes a los ensayos y que se evite el uso de elementos que dificulten la ventilación dentro de los pasos, "algo que no nos afecta porque las parihuelas no llevan faldones", como recordaba hace unos días el hermano mayor de la Hermandad del Rosario, Manuel Vizcaya.
Vizcaya reconocía que el uso de la FFP2 durante los ensayos "resulta muy complicado". "Solo hay que pensar que a cualquiera de nosotros cuando llevamos ese tipo de mascarilla al subir las escaleras nos falta el oxígeno. Pensemos, además, en que ese problema se agrava con el sudor que provoca el esfuerzo que hacen bajo las trabajaderas", por lo que apostaba por las mascarillas quirúrgicas.