La invasión rusa en Ucrania está dejando consecuencias devastadoras, pero no solo para los dos países implicados, también para la economía global. La Comunidad Valenciana ya ha empezado a notar los primeros efectos económicos, especialmente el sector del transporte, que ha denunciado la imposibilidad de realizar servicios con el camión por culpa de la subida de precios del gasoil.
La Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional ha convocado un paro indefinido “a todo tipo de transporte y toda clase de ámbito” que se llevará a cabo a partir del próximo lunes 14 de marzo.
Los transportistas se han visto obligados a realizar una huelga, aunque reconocen que no es una simple protesta por el aumento del precio del gasoil, sino una parada que no les deja más remedio que hacerla porque están perdiendo dinero. La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y La Logística (FVET) ha trasladado que en tan solo trece días desde que estallara la guerra en Ucrania, el precio del gasóleo A ha pasado de 1,478 euros por litro a 1,777 euros, lo que supone un encarecimiento del 20,2%.
En este sentido, el sector denuncia que, en menos de dos semanas, llenar un depósito de mil litros les cuesta 300 euros más. Desde FVET han alertado de que esta situación está poniendo en juego la continuidad de sus empresas.
El secretario general de FVET, Carlos García, ha declarado que “la situación nos lleva necesariamente a medidas de urgencia extraordinarias que el Gobierno puede adoptar para evitar que esta escalada siga produciéndose y se genere una cierta estabilidad”. El secretario general ha trasladado que FVET está planteando poner un límite al coste del combustible de modo que “durante unos días, por lo menos, no suba el precio”.
Por su parte, el Comité de Transporte por Mercancías de Carretera (CNTC) y otras asociaciones no se han sumado todavía a esta huelga tras el acuerdo alcanzado con el Gobierno el pasado mes de diciembre.
