Entre el 40 y el 50 por ciento del funcionariado en el Ayuntamiento secundó la huelga, siendo la administración donde se registró mayor participación. Desde Comisiones Obreras (CCOO), su secretario en la sección sindical municipal, Luciano Muñoz, restaba credibilidad a la participación del sindicato en la concentración celebrada a las puertas del edificio financiero del Ayuntamiento. Señaló como incoherente “que la concentración fuera idea de la Unión General de Trabajadores (UGT) y que algunos de sus dirigentes no estén en esta huelga. Por lo tanto, creo que se ha podido confundir o engañar al trabajador”.
El secretario de CCOO habló de “la apatía que hoy existe hacia los sindicatos y de la incertidumbre ante lo que nos van a descontar este mes y el día de la huelga”. En este sentido, añadió que el sueldo de la mayoría ronda los 1.200 euros, a los que, si se les resta lo que se deja de percibir por dos días de huelga, “se nota mucho en una familia”, con lo cual quiso justificar la participación de menos de la mitad de los trabajadores del Ayuntamiento.
La huelga, no obstante, dejó su secuela entre los vecinos de la ciudad, que durante media hora llamaron a alguna dependencia y no fueron atendidos por teléfono, o entre los turistas que se encontraron con la oficina de turismo en la plaza del Cabildo cerrada, como se pudo comprobar a mediodía del martes. Muñoz Castaño señaló temerse que se den nuevos recortes entre el sector público y que “el Gobierno esté libre de manos para recortar”. “O estamos todos juntos para decirle al Gobierno que tome medidas contra la crisis o el resto de trabajadores lo pasaremos muy mal”.
Desde UGT, el secretario de la sección sindical en el Ayuntamiento, Francisco Huertas, dijo que “la huelga es unipersonal” y que “hubiéramos querido que fuera una protesta contra los recortes del Gobierno, pero la gente sabe que se le va a reducir el sueldo este mes y la empresa -por el Ayuntamiento- nos comunicó que se le descontaría este día de huelga a los trabajadores”.
Huertas consideró legítimo que haya habido funcionarios que no hayan secundado la jornada de paro, sobre todo cuando el Parlamento ha dado luz verde a las medidas. A este respecto, añadió que “esta huelga se ha debido programar antes de que las medidas de recorte hubieran ido al Parlamento y no cuando ya todo está cocido”. Además, dio por hecho que el día 30 habrá huelga general en España si se lleva a cabo el decreto de la reforma laboral.
Educación y Sanidad
Mucho menor e incluso poco representativa fue la huelga en los centros educativos arcenses. Desde los colegios, los maestros emitieron un comunicado mostrando su desacuerdo con las medidas adoptadas por la Administración en relación con la bajada del sueldo de todo el funcionariado en un cinco por ciento de media.
Aunque consideran que “hay otras medidas para poder salir de la situación económica y no siempre afectando al mismo sector, del cual no se acuerdan en momentos de bonanza”, manifestaron su desacuerdo con la huelga, al haber sido convocada por los sindicatos con posterioridad al decreto en el que se dicta la reducción salarial. “Pensamos que existen otras formas de presionar a la Administración para defender nuestros derechos sin que nos suponga coste económico alguno”.
De esta forma, aunque hubo maestros que secundaron la huelga, no llegaron a más de seis en ningún colegio de la ciudad. Una situación similar se vivió en los institutos, donde la participación fue mínima, nueve profesores en el IES Alminares y 23 en Guadalpeña, con claustros ambos superiores a 70 profesionales.
Tampoco repercutió el paro en la sanidad, manteniéndose por debajo del 15 por ciento. Al respecto, los responsables de los sindicatos convocantes aludieron a los servicios mínimos tan altos que se establecieron para esta jornada. Sin embargo, desde los sindicatos mayoritarios de la profesión médica y enfermera se desmarcaron de la huelga, al considerarla como “el preparativo para un posible paro general ante la posible reforma del mercado laboral”. Como en el sector de la enseñanza, argumentaron que “es una política de hechos consumados, porque el daño ya está hecho”.
Movilizaciones sorpresa
Por su parte, desde el comité local del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en la Sierra apoyaron la huelga de la administración pública, concretando además una serie de movilizaciones sorpresa que se realizaran en los próximos días por “la falta de respuesta por parte del Gobierno ante la crisis que sufre la Sierra de Cádiz”, anunciaron.
“El funcionario no se quedará sin comer”
La alcaldesa de la ciudad, Josefa Caro, señaló respetar la decisión de los trabajadores municipales que secundaron la huelga “porque es su derecho constitucional”, pero sin embargo dejó claro su apoyo a los recortes del Gobierno de Rodríguez Zapatero “porque serán mínimos, de la misma manera que los políticos, los cargos de confianza... vamos a recibir los recortes; un recorte solidario con las personas que ahora mismo no tienen medios, porque el funcionario tiene un sueldo de por vida y tampoco se va a quedar sin comer porque le hagan un recorte de sueldo”, señaló Josefa Caro. En este sentido, recordó cómo ha aumentado el número de funcionarios “en época de bonanza. Recortar es un ejercicio que hay que hacer por nuestro país como patriota”.
