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Elecciones contra España; una gran oportunidad para un gran país

Dentro de las estrategias electorales, la búsqueda de la fecha de los comicios es una variable importante. No es buen mes noviembre, ni febrero ni diciembre...

Publicado: 12/07/2023 ·
11:38
· Actualizado: 12/07/2023 · 11:38
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  • Sol Cruz-Guzmán, en un acto de campaña en Sevilla. -
Autor

Sol Cruz-Guzmán

Arquitecta de profesión por la ETSA Sevilla. Diputada por Sevilla en el Congreso de los Diputados

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Cámara Baja es un espacio en el que se trata la actividad política en el ámbito local, regional y nacional

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Dentro de las estrategias electorales, la búsqueda de la fecha de los comicios es una variable importante. No es buen mes noviembre, es triste y nostálgico. Ni diciembre, época en la que estamos más preocupados de conciliar con la familia que con los  políticos. Tampoco es ideal el mes de febrero, con su cuesta,  que este año ha triplicado su pendiente. El calor o la lluvia son también factores  que se han de tener en  cuenta en el resultado. Acabamos de comprobar  como en las elecciones de Grecia el pasado mes de junio, ha cerrado con una elevada abstención y una pírrica victoria de los conservadores, mucho menos holgadas de lo que pronosticaban las encuestas. Esta posibilidad de elección de fecha es totalmente legítimo y entra dentro de los trabajos de los equipos de campaña, pero siempre con el objetivo de asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso al derecho constitucional del voto. Nunca hasta ahora, habíamos visto una convocatoria de elecciones contra los españoles. Para una tierra como Andalucía, donde las elecciones en julio y agosto están prohibidas por Ley, esta cita electoral  no es más que un nuevo ataque a los andaluces.

Estamos viviendo una campaña complicada, con besos y abrazos que se deslizan entre sudores y calores, pero también con una ilusión que no es capaz de derretir ni los 50 grados del termómetro. Una ilusión por demostrar que una política diferente es posible. Una política serena, eficaz, que sea capaz de hacer  las cosas bien, como ha demostrado Juanma Moreno en Andalucía, gobernando para todos, por el único objetivo común del progreso, que le ha otorgado una mayoría absoluta, que gestiona como si no lo fuera. Los andaluces hablaron alto y claro hace un año. Debe ser el miedo a la voz andaluza, la más numerosa del país con 6.669.252 votantes, la que debe haber motivado esta fecha que nos pone muy difícil acudir a las urnas en nuestra tierra.

Estas elecciones llegan en un momento crucial para el país, donde toca pensar y actuar. Tenemos la obligación de planificar unas nuevas  infraestructuras y proyectos para los próximos 50 años. El pacto nacional del agua, la robotización, la vivienda, el nuevo turismo, la gestión cultural o la inteligencia artificial y los cambios en los modelos productivos que conllevarán, son algunos de los grandes restos que tendremos que resolver. Tenemos el compromiso con nuestros hijos y también, con nuestros mayores, a los que debemos devolver el esfuerzo que hicieron, con un mayor esfuerzo.

Hace unos días, en una de las visitas por la provincia de Sevilla, nos acercamos a una comunidad de regantes, esas que se articulan en torno a una cuadrícula perfecta y al diseño de unas nuevas ciudades ideales, con su iglesia y su colegio que se diseñaban hace cincuenta años con compás, con un radio siempre menor a dos horas en burro entre el terreno a cultivar y las viviendas. Esas mismas infraestructuras que cambiaron la  forma de vivir  y de regar el campo, siguen inmutables en el tiempo. Es hora de pensar en un uso racional, casi de laboratorio del agua. De apoyar a nuestros agricultores y ganaderos para que se conviertan en una actividad profesional y con futuro, y que sea reconocida por todos, porque son indispensables.

En una semana tocará elegir, elegir por el necesario y urgente cambio que necesita España, y en el que tendrá que participar cada rincón de nuestro país. Tendremos que elegir, quedarnos en la playa o volver el sábado a casa para quedar con los amigos y votar el domingo. Tendremos que elegir entre esperar una hora en la cola de la oficina de correos de nuestro lugar de vacaciones o no votar. Tendremos que elegir entre la apatía o la acción. Les aseguro que España necesita acción. Es el momento.

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