Un agente de la Guardia Civil de Valencia salva la vida de una mujer que se encontraba en parada cardio respiratoria en el interior de su vehículo.
El agente se encontraba franco de servicio, acompañado de sus hijos menores y mientras se dirigía a su domicilio observó un vehículo accidentado en la CV-3710 (dirección Lliria) que parecía ser una salida de vía, con una mujer en su interior y varias personas fuera observando la escena.
El agente, al pasar a la altura del vehículo accidentado, preguntó a los presentes si necesitaban algún tipo de ayuda contestándole que no, que la mujer se encontraba mareada y ya habían avisado a emergencias.
Al reanudar la marcha observó como nadie intervenía por lo que decidió dar la vuelta y dejar su vehículo lo más próximo al de la mujer, ya que dentro se encontraban sus hijos menores.
Los testigos allí presentes informan al Guardia Civil que el vehículo transitaba de forma normal y de repente había sufrido una salida de vía, que emergencias estaba avisado y que no sabían que hacer por desconocimiento.
El agente comprobó si la auxiliada reaccionaba de alguna manera, pero no respondía, y tras varios intentos infructuosos de encontrarle síntomas vitales decidió bajarla del vehículo para proceder con la maniobra “Frente-mentón” pero carecía de signos vitales. Apresuradamente llamó a emergencias para informar que la víctima se encontraba en estado grave y era preciso un SAMU.
Sin dilación alguna el Guardia Civil comenzó con la RCP durante varios minutos, consiguiendo que la mujer volviera a respirar y respondiera a los estímulos.
Gracias a la rápida intervención, profesionalidad y determinación que mostró en esta actuación se evitó un mal mayor.
