La villa alicantina de Ibi ha celebrado este jueves, Día de los Santos Inocentes, una de las jornadas más peculiares de sus fiestas de invierno en la que un grupo de insurgentes, 'els enfarinats' ('los enharinados'), ha tomado el mando del pueblo de forma ficticia y por un día a golpe de escaramuzas y batallas de harina, huevos y petardos.
Este año, durante la 'contienda' se han empleado 600 kilos de harina de sobrantes de panificadoras, 12.000 huevos caducados y 100 kilos de pólvora, según ha confirmado a EFE el alcalde de la localidad, Sergio Carrasco.
El regidor ha indicado que, por el momento, todo ha transcurrido "sin ningún problema”. El Carrer les Eres ha sido el escenario elegido por 'els enfarinats' para las escaramuzas, ya que la plaza del Ayuntamiento, donde se ha celebrado históricamente, se encuentra ahora sometida a una remodelación
“Para Ibi es uno de los días más importantes del calendario; es una de las fiestas más antiguas y que han conseguido más trascendencia internacional”, ha afirmado Carrasco.
En esta tradición, que se remonta a algo más de 200 años, 'els enfarinats', ataviados con atuendos estrafalarios y con el rostro completamente embadurnado de harina, someten a esta localidad juguetera del interior de la provincia de Alicante al gobierno de lo absurdo y lo caótico, al tiempo que recaudan fondos ('impuestos') en los comercios principalmente, dinero que este año irá destinado a la asociación Somriu de Ibi.
También sancionan a todo el mundo puesto que, por ejemplo, se multa tanto el caminar por la acera como por la calzada, o ir por el sol y por la sombra.
Las 'víctimas' de la 'contienda' han sido, como siempre, el colectivo de la oposición al gobierno ficticio, que tiene el denominador común de portar una chistera negra adornada con estrellas de papel, y los viandantes que no se han rendido a las exigencias de los enharinados, que ejercen de manera simbólica los cargos de alcalde, juez, alguacil, fiscal, secretario, concejal de Hacienda y cajero, entre otros.
Declarada de Interés Turístico Autonómico en 2009, esta fiesta es una de las más antiguas de la Comunitat Valenciana, ya que se celebra al menos desde 1797.
Carrasco ha mostrado su “entusiasmo” e “ilusión” tras protagonizar el primer año dando el testigo al “alcalde enfarinat”, un momento que, ha confesado, “nunca" se le "va a olvidar”.
En una zona acotada para garantizar la seguridad de los asistentes han estallado las escaramuzas, donde los dos bandos rivales se han arrojado huevos, verduras, harina y polvos de talco. Además se han usado botes de humo de colores y cohetes voladores o "borrachos" en un escenario que se ha teñido de blanco.
La jornada festiva finalizará con el 'ball del Virrei' ('baile del Virrey') y la 'dançà' ('danza'), un acto en el que participarán mujeres vestidas con lujosos trajes, hombres cubiertos con elegantes capas y otros peculiares personajes conocidos como 'els tapats', que van disfrazados de las formas más variopintas y con máscaras.
