La Audiencia de Castellón ha confirmado el fallo que absuelve por los delitos de homicidio e imprudencia a los dos acusados -el responsable de la empresa y el jefe de mantenimiento- por el accidente de un autocar en Oropesa en 2008 que causó la muerte a ocho personas..
Los hechos ocurrieron el 17 de agosto de 2008 sobre las 18.15 horas, cuando un autobús de la empresa Autocares Meroño circulaba por la AP-7 en sentido a la Junquera en la ruta Nador (Marruecos)-Barcelona-. El autocar sufrió un reventón en una rueda delantera, lo que le hizo cambiar bruscamente de trayectoria y chocar contra un turismo que circulaba por el carril de adelantamiento.
A consecuencia del impacto, el turismo fue lanzado contra la mediana de la autopista, chocó levemente contra ella y quedó parado en el carril contrario. El autobús irrumpió en ese carril y acabó chocando contra un talud y árbol existentes y salieron despedidas de su interior varias personas.
Como consecuencia del accidente murieron el conductor del autobús y otras siete personas que viajaban en el mismo, y más de 40 resultaron heridas de diversa consideración.
Según la sentencia de un juzgado de Castelló que ahora ratifica la Audiencia, adelantada por el diario Mediterráneo y a la que ha tenido acceso EFE, el autocar había pasado la revisión de la ITV de manera favorable y no ha quedado acreditado que los neumáticos estuvieran en mal estado ni que la empresa no hubiera cumplido con las medidas adecuadas de conservación y mantenimiento del vehículo.
Uno de los acusados, el administrador de la empresa del autobús, explicó en el juicio que el conductor era un profesional correcto, que los vehículos se revisaban mensualmente y se compraban neumáticos de primera calidad.
El otro acusado, el jefe de mantenimiento de la empresa, relató que, unos días antes del siniestro, se cambió la caja de cambios del autobús porque "rascaba".
Tras el accidente vio los neumáticos y explicó que "nunca había visto algo así".
Según los peritos, la causa del accidente fue el reventón de la rueda y aseguraron que los dos neumáticos delanteros "estaban desgastados" y presentaban "un elevado desgaste externo por un paralelismo incorrecto, por la convergencia de las ruedas".
A su juicio, eL desgaste se produjo por esa mala alineación, lo que implica "un fallo mecánico y no una falta de mantenimiento". Además, "no se ha contado con prueba alguna que determinara que los neumáticos se encontraran mal antes del siniestro".
Por tanto, "no queda acreditado que el accidente se debiera a la falta de las medidas adecuadas de conservación y mantenimiento del autobús".
Por su parte, peritos de la Guardia Civil vieron también que el neumático que explotó "estaba muy desgastado y de ahí concluyeron que había un mal mantenimiento".
El Juzgado de lo Penal número 2 procedió a absolver a los dos acusados así como a la empresa como responsable civil subsidiaria, una decisión que fue recurrida pero la Audiencia Provincial de Castellón la ha confirmado, ratificando la absolución.