La localidad de Xàtiva, en Valencia, convive desde hace semanas con un incivismo que está afectando a parte de los vecinos. Básicamente, algunas personas han convertido diferentes calles de Xàtiva en su orinal particular.
Ríos y ríos de orina manchan las aceras y las fachadas de las zonas céntricas de la ciudad, sobre todo en fines de semana. Así lo denuncian los vecinos, quienes en declaraciones a LaSexta reconocen que “mean, vomitan y el pis entra dentro de casa. Es horrible”.
Otro ciudadano ha puesto cárteles para intentar apelar a la conciencia, pero de nada sirve. De hecho, denuncia que tiene que pintar “la fachada tres veces al año y me cuesta 700 euros cada vez”.
Muchos son los vídeos de los afectados grabando a los infractores, pero poco o nada importa. Hacen caso omiso de las quejas.
Los vecinos confiaban en una reacción del ayuntamiento, pero la decisión del consistorio parece no ser muy efectiva. La solución para frenar este problema ha sido poner focos que iluminan a las personas que orinan en la calle con el objetivo -suponemos- de que frenen su comportamiento por verse iluminados.
Pero el efecto es totalmente contrario. Como denuncian los vecinos, “así consiguen que acierten más a la hora de mear”.
Visto el resultado, desde el ayuntamiento reconocen que no ha sido la mejor opción pero que han reforzado los controles policiales. Ahora, los ciudadanos confían en que los agentes puedan hacer algo más que iluminarlos con una linterna.
