El excomisario José Manuel Villarejo ha señalado este jueves en su declaración como testigo en el juicio por el caso Erial al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, al ex director general de la Policía Juan Cotino y al CNI de liderar una cacería policial contra Eduardo Zaplana por temor a que pudiese disputar el liderazgo político del PP.
Villarejo ha sido el primero de los testigos citados por la defensa del expresident de la Generalitat y exministro con el PP y ha respondido únicamente a las defensas, puesto que el fiscal ha optado por no formularle ninguna pregunta.
Según ha asegurado, las actuaciones policiales orientadas a desacreditar a Zaplana empezaron en 2010 o 2011 por razones que ha asegurado desconocer. "Yo no quise participar, y en 2016 en un encuentro con el coronel jefe de la UCO le dije que era un error utilizar malas artes", ha declarado.
Esas "malas artes" a las que se ha referido Villarejo consistieron en "acelerar" la investigación con Zaplana "sembrando" pruebas contra él, según ha asegurado que le confesó el coronel jefe de la UCO Manuel Sánchez Corbí.
"Formalmente, el interés contra Zaplana era de Inteligencia -ha continuado-. Sorprendentemente había más interés en su partido que en el PSOE. Yo a Juan Cotino le dije que los temas serios había que usarlos contra terroristas e independentistas, no contra una persona que moleste".
"El interés de Cotino contra Zaplana no era propio, él hacía lo que le pedía Rajoy. Pensaba que en un futuro podría disputarle el liderazgo. Yo no llegué a entender nunca esa obsesión en buscarle implicaciones a Zaplana. Yo le decía a Cotino que le dejasen en paz, que ya estaba retirado", ha agregado.