Uno de los fugitivos más buscados por Albania que fue detenido en Alicante el pasado diciembre, Lulzim Berisha, se ha negado a ser extraditado a su país, que le reclama por tres asesinatos en 2005, al asegurar que su vida corre peligro en prisión ante la posibilidad de sufrir represalias de otros clanes rivales.
En la vista celebrada este martes en la Audiencia Nacional, la Fiscalía ha apoyado la entrega, si bien ha precisado que se efectúe por esos tres asesinatos y no para el cumplimiento de una pena que tiene pendiente por otros cinco asesinatos, al no estar incluida en esta petición de extradición.
Berisha, considerado líder de una organización a la que se atribuyen decenas de crímenes en los años noventa, era buscado por un asesinato en un tiroteo en un pueblo de Albania, en lo que resultó ser un ajuste de cuentas entre clanes rivales, así como por un atentado con bomba en un ascensor, que se saldó con tres muertos, perpetrados en 2005.
Fue detenido el 14 de diciembre de 2023 en Alicante en cumplimiento de una orden internacional emitida en 2020 por el Juzgado Especial de Primera Instancia para la Corrupción y Crimen Organizado de Tirana.
Se le atribuyen delitos de homicidio con premeditación cometido en colaboración en forma de grupo criminal estructurado, tenencia ilícita de armas de guerra, grupo delictivo estructurado y asesinato en otras circunstancias calificativas contra dos o más personas, realizado en colaboración en la forma especial de grupo delictivo estructurado.
Según las autoridades albanesas, el fugitivo inició sus actividades en la organización criminal que lideraba a principios de los años 90 y tomó su nombre de una de la ciudad de Albania de la que procede, "Durrës", como símbolo del control que esta organización había logrado alcanzar y gracias al cual se les habría situado como la principal exportadora de cocaína y armas del país.
En su informe, la Fiscalía relata que en febrero de 2005, el reclamado encargó a tres personas "eliminar físicamente a K.S.", que fue ejecutado en la autopista Tirana-Durres, cerca del pueblo de Koxhaj, "disparándole con un arma de fuego, cuando aquel conducía su vehículo".
"A consecuencia de los disparos, la víctima falleció, cayendo a la cuneta de la vía, donde uno de los autores le volvió a disparar, y resultando herido O.T., que se encontraba en el vehículo con la víctima", prosigue el relato del fiscal.
Al día siguiente, en una explosión en la cabina de un ascensor en un edificio en Tirana, murieron los ciudadanos V.L. y A.A., por un grave shock traumático hemorrágico.
"Las pruebas demuestran que el reclamado y 3 individuos más, después de obtener el material explosivo y prepararlo por medio de la instalación de un dispositivo de teléfono que servía para su activación, lo pusieron a disposición de E.S., para realizar la explosión en el momento más oportuno", sostiene la reclamación de Albania.
En 2012 un tribunal albanés condenó a 16 de los miembros de su organización a cuatro cadenas perpetuas y 267 años de prisión para el resto de los miembros por asesinato, extorsión y secuestro.
En su declaración ante el tribunal, se ha definido como un "emprendedor" y ha insistido en que su vida corre peligro en Albania, donde ha asegurado haber sido víctima de cuatro atentados y de donde su familia, según ha explicado, se ha visto obligada a huir a Suecia.
Su abogado ha apuntado además que su cliente podría acogerse parcialmente a una ley de amnistía aprobada en su país, que la Fiscalía albanesa ha solicitado el archivo de la investigación sobre el atentado en el ascensor, y ha destacado que ha solicitado el asilo en España.
Respecto al temor a represalias, la fiscal ha señalado que si bien la defensa ha presentado un escrito de 2015 sobre ese riesgo, este se refiere a lo que pueda sucederle fuera de la prisión y ha considerado que ese temor se disipa al quedar en manos de la autoridad requirente.