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Sánchez-Verdú dirige a la Orquesta Ciudad de Granada en la banda sonoras de Nosferatu

El Festival Internacional de Música y Danza de Granada mirará al cine para encarar a un clásico del terror

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  • Nosferatu -

El Festival Internacional de Música y Danza de Granada mirará este jueves al cine para encarar a un clásico del terror, un Nosferatu que se visionará acompañado de la música en directo que le compuso Sánchez-Verdú, batuta para la ocasión de la Orquesta Ciudad de Granada.

Friedrich Wilhelm Murnau filmó en 1922 Nosferatu, un referente del género considerado además una obra maestra por combinar el llamado expresionismo alemán, del que Murnau es figura señera, con nuevos estilos.

En el año 2002, el Teatro de la Zarzuela y la Orquesta de la Comunidad de Madrid encargaron a José María Sánchez-Verdú una partitura para acompañar la película, a lo que el compositor andaluz respondió con una obra para coro y orquesta en la que incluyó algunos instrumentos no habituales como el saxo o el acordeón.

Esa banda sonará de nuevo este jueves interpretada por la Orquesta y el Coro Ciudad de Granada, con la participación estelar del acordeonista vasco Ander Telleria, para acompañar la proyección de la película en el Colegio Mayor Santa Cruz la Real.

Además, en esta ocasión será el compositor de la obra quien tome la batuta.

El programa del Festival lleva además al Monasterio de San Jerónimo al andaluz Andrés Cea Galán, considerado uno de los máximos conocedores del patrimonio organístico andaluz.

Formado en España, Francia y Suiza, doctor por la Universidad Complutense de Madrid, tiene en su haber innumerables publicaciones sobre aspectos de la interpretación de la música para teclado y la historia y estética del órgano en el ámbito hispano.

Habitual del Festival, en esta ocasión Cea presenta una propuesta de enorme interés, ya que recorre las intensas relaciones que existieron desde antiguo entre Nápoles, posesión del reino de Aragón, y España.

Lo hace juntando a la vanguardia de los músicos napolitanos para tecla de principios del XVII, como Salvatore, Trabaci o Storace, con las prácticas de algunos de los principales organistas que trabajaron por entonces en el reino aragonés, como Aguilera de Heredia, Bruna, Ximénez. 

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