Un 10-20% de los embarazos confirmados terminan en aborto espontáneo, especialmente durante el primer trimestre. En cuanto a las pérdidas perinatales (a partir de las 22 semanas de gestación), la cifra es cercana al 0,5-1% en países desarrollados, incluyendo España.
El 15 de octubre se conmemora el día internacional del duelo perinatal, para concienciar sobre la muerte perinatal y lo que supone la pérdida de un bebé durante el embarazo o incluso los primeros días de vida, para mujeres y hombres (madres y padres de esos bebés), así como para su familia y entorno.
Chary Vázquez, psicóloga de la Unidad de Apoyo Emocional a la Mujer, ha explicado que el duelo perinatal y gestacional "es un duelo silencioso; ya que es hacer el duelo de un hijo que nadie lo ha visto, en muchas ocasiones ni la madre lo llega a ver y como no hay bebé, aparentemente no hay duelo".
"Pero para esa madre, para esos abuelos, para esa familia, da igual la semana o el día de gestación. Ha perdido su hijo, lo ha llevado dentro ese tiempo, aunque nadie lo haya visto o nadie lo haya sentido. Es por ello que, a veces, además es un duelo no comprendido por la sociedad", ha añadido.
Por ello, ha agregado, "eso es por lo que debemos dar más visibilidad y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de una mayor comprensión y apoyo en relación a todos los tipos de pérdida, con independencia del momento en que ocurren --primeras semanas del embarazo, tercer trimestre o después del parto-- y de su naturaleza --interrupción del embarazo por motivos médicos, muerte espontánea intrauterina, complicaciones durante el parto, etcétera--".
Según la OMS y la Clasificación Internacional de Enfermedades, la mortalidad perinatal comprende las muertes que ocurren entre las 22 semanas completas (154 días después de la gestación) y 7 días después del nacimiento. En España, estas pérdidas afectan cada año a entre 80.000 y 90.000 mujeres, a sus familias y a su entorno más cercano, teniendo en cuenta tanto pérdidas gestacionales tempranas como mortinatos y fallecimientos neonatales, han señalado desde Quirónsalud en un comunicado.
En España se reportan unos 3.000 casos de mortinatos (muertes perinatales a partir de las 22 semanas) al año, pero la cifra aumenta al introducir los abortos del primer trimestre. "Y cada una de estas pérdidas duele, se llame perinatal, gestacional, neonatal, sea cual sea el momento o el motivo".
El aborto de repetición (la pérdida consecutiva de tres o más embarazos antes de la semana 20 de gestación, o cinco no consecutivos) es una de las causas que puede generar un duelo más complejo.
Al respecto, Rodrigo Orozco, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia, ha indicado que "son tremendamente prevalentes en nuestra sociedad (los sufre un 15% de la población, porcentaje que aumenta cuando ya ha sucedido en alguna ocasión) y frustran los deseos de una persona o pareja aparentemente sana de tener descendencia".
"La causalidad de estos es muy variable, se puede deber a multitud de factores diferentes y muchas veces no se llega a un diagnóstico claro; aunque es importante saber si hay un motivo determinado para ello", ha expuesto.
Como comparten los expertos, muchas veces las causas son multifactoriales, incluyendo factores genéticos, inmunológicos, anatómicos o incluso infecciosos; "en más del 50% de los casos no se llega a identificar una causa clara, lo que contribuye a la dificultad emocional y psicológica del duelo", completa el doctor Orozco.
Por su parte, la psicóloga apunta que el duelo perinatal "es tan duro o más que cualquier otro duelo". "Hay que tener además en cuenta que a estos padres se les ha roto su futuro más inmediato, su proyecto de vida... Estas pérdidas no avisan, por lo que hay que trabajar con los progenitores, la incredulidad de lo que les acaba de pasar, hay que trabajar la culpa, el pensar que si podría haberlo evitado si hubiese ido antes a urgencias o si no hubiese hecho esto o lo otro... Tiene un plus de dureza este duelo".
"Afortunadamente, --ha concluido-- la sociedad empieza a darle más importancia a la salud mental, a hablar y a pedir ayuda lo antes posible. Hay que integrar ir al psicólogo a nuestro día a día. Lo mismo que ir al gimnasio o hacer deporte porque es saludable para nuestro bienestar físico, deberíamos tomar conciencia de la trascendencia de ir a entrenar nuestra mente en el psicólogo, ir al gimnasio de la mente".
El acompañamiento psicológico no solo ayuda a manejar el duelo, sino que también puede tener un impacto positivo en el bienestar general de las personas, permitiéndoles procesar la experiencia con más recursos emocionales.