Los curas a la moda del pregonero vuelven a las tablas. Reconocen que la presentación no pegó en preliminares y por ello hacen algunos cambios (que tampoco resultan muy efectivos). Siguen metidos en el tipo en el primer pasodoble, para el ejemplo de Gabriel Delgado y de tantos otros que entregaron cada día sus vidas para ser “refugio del necesitado”. Referentes en el seno de una iglesia que ampara a “pederastas y violadores”. Mejor el segundo, para el talento andaluz desconocido que algún día tendrá que marcharse ante la falta de oportunidades. Simpáticos los cuplés, mejor el primero a la rebaja de la jornada laboral.
Lo mejor La intención del segundo pasodoble, en defensa del talento andaluz
Lo peor Falta coherencia en el repertorio, más aún tras el mensaje del primer pasodoble