La eurodiputada de Podemos Irene Montero considera que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es "más de lo mismo" y por tanto ha rechazado que pueda ser el PSOE el que lidere la regeneración democrática que a su juicio necesita nuestro país.
En declaraciones ante los medios de comunicación este jueves desde el Congreso, la exministra de Igualdad ha dejado claro que su formación "no espera nada" ni de los socialistas, ni del jefe del Ejecutivo porque su respuesta a la corrupción y al escándalo que ha desatado la presunta corrupción del ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán ha sido, ha sido, a su juicio, igual que la que dió el PP en ocasiones anteriores.
"No está buscando dar soluciones sino simplemente dar titulares y tratar de apagar el escándalo mediático", ha censurado y posteriormente ha afirmado que en Podemos están "muy distanciadas de este Gobierno".
Aunque en palabras de la dirigente 'morada' ese distanciamiento no se debe únicamente a los casos de corrupción que rodean al Ejecutivo y al PSOE, sino también a la "complicidad" del Gobierno con el genocidio en la Franja de Gaza y al plan de rearme impulsado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que, a su juicio, pone a España "al servicio de Donald Trump y al servicio de una estrategia criminal de aumento del gasto militar".
MÁS PREOCUPADOS POR ACABAR CON LA IZQUIERDA
La intención de Podemos en este contexto es "construir una alternativa de paz y derechos sociales" porque consideran que cuando mejor va España es "cuando la izquierda está fuerte".
Preguntada por si cree que una regeneración democrática es compatible con la continuidad de Sánchez, Montero ha defendido que en nuestro país existe una "mayoría progresista" que quiere "cuidar los servicios públicos" pero que, sin embargo, el presidente Sánchez ha demostrado, según ha dicho, "ser más de lo mismo y ser más parte del problema que de la solución".
"El Partido Socialista no puede liderar esa alternativa y ese bloque progresista, plurinacional y democrático", ha concluido para posteriormente reprochar al PSOE que haya estado en los últimos años "más preocupado de acabar con la izquierda que de acabar con los sectores golpistas".
