La acumulación de informaciones al respecto de lo delicada de la posición de Valverde en un país en el que está sancionado por entender la justicia deportiva italiana que está implicado en la Operación Puerto y el cariz en lo mediático que estaba tomando el asunto ha decidido a la Federación a dar marcha atrás a la posición que venía manteniendo desde su llegada a la localidad de Montano Lucino, cercana a Como, a unos 10 kms. de la frontera con Suiza y a 17 de Mendrisio.
“No tenemos nada que ocultar. En Italia, Valverde solo está sancionado para correr, no para alojarse y entrenar”, repetían una y otra vez dirigentes federativos y técnicos cuando se les preguntaba al respecto, en lo que parecía una posición firme y convencida.
Esas mismas fuentes sostenían que la decisión de concentrarse en Italia era debido a la falta de hoteles en Suiza, fundamentalmente en Mendrisio, una localidad pequeña, y por motivos económicos. Pero el paso de las horas y el devenir de los acontecimientos se han mostrado más fuertes que la posición mantenida y los problemas esgrimidos para no alojarse en Suiza mal que bien resolubles en el plazo de unas horas. Así, los corredores que conforman el equipo que luchará por el oro el domingo se trasladarán todos a Lugano, a unos 20 kms. de la sede del mundial, para acompañar al murciano, mientras que el resto de la expedición esperará a ver si va encontrando acomodo en las próximas horas.
La noticia de que Valverde finalmente no pisará Italia ha eclipsado todo lo demás en Mendrisio, alrededores y mentideros deportivos, ciclistas o no, incluso la propia competición, que dicho de paso, tampoco tenía su jornada más importante.