El amigo Antonio Benítez Manosalbas debe estar contento. Casi a sus 90 años sigue formando parte de la junta directiva de su Peña Los Cernícalos, que ha elegido a Jesús Atienza como presidente de la entidad decana de la provincia de Cádiz. Jesús es un viejo conocido en la peña, primero por la vinculación personal y familiar con Antonio, uno de los pocos supervivientes fundadores de esta peña que vio la luz en 1967, además de porque ya ha ocupado el puesto de principal gestor del colectivo en periplos anteriores.
Jesús ha contado con equipo de trabajo solvente, algunos con más experiencias que otros, como los casos de los conocidos Santiago Lozano o Julio de Vega, pero con el denominador común del amor y el respeto a esta señera peña que ha marcado históricamente los pasos a seguir del resto. Otros de los aspectos a destacar es la presencia de mujeres en esta nueva directiva, porque también hay que decir que es una asignatura pendiente en muchas de estas corporaciones flamencas. Aunque no es la primera vez que ocurre, pues en anteriores etapas ya hubo miembros del género femenino, en esta etapa estará como vicepresidenta Pilar Jordán Álvarez, la tesorera será María del Carmen Atienza Nieto y la secretaria y community manager volverá a ser Pilar Crespo Jordán.
Antoñín, como lo conocemos todos, será relaciones públicas, y no encuentro una figura más preparada para ello, no hay quien "venda" mejor a su peña como lo hace él, con ese sentimiento de pertenencia envidiable para cualquiera. El resto de directivos son vocales: Antonio Coveñas Pérez, David Marín Gil, Estíbaliz Sevillano Íñiguez, José García Leal, María del Mar Ibáñez, así como los mencionados Julio de Vega López y Santiago Lozano.
No es nada fácil ocupar un cargo como el de presidente de los Cernícalos o de cualquier otra peña flamenca jerezana, aunque sí que hay entidades, como la que nos ocupa, con una responsabilidad algo mayor por cuestiones de antigüedad, programación o popularidad. Como apuntábamos líneas más arriba, esta peña es la primera que surgió en el panorama flamenco en la provincia de Cádiz, solamente superada en años por La Platería de Granada y la de Juan Breva, de Málaga. Como tengo la suerte de haber compartido tantas conversaciones con el Presidente de Honor, Antoñín, sé del esfuerzo que tanto él como otros tantos han dedicado a mantener vivo el compromiso para con el arte jondo a través de las peñas.
Sirva este artículo para valorar a los peñistas, a esos que se quitan tiempo de su familia, de sus otras pasiones, para dedicarlo a fomentar y hacer crecer la cultura flamenca desde una opción altruista y que, en la mayoría de veces, cuesta el dinero. No son pocos los que han trabajado para que el flamenco sea hoy día Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y no me refiero precisamente a los que salieron en la foto el día que la UNESCO lo hizo público. Ahí no estaban representados, aunque sí había políticos de todos los colores.
Hablo concretamente de los que sin ningún reconocimiento -tampoco lo esperan- de la administración pública han provocado el encuentro de las distintas generaciones alrededor de una guitarra y un cante. ¿Saben ustedes dónde he escuchado yo mejor cantar a Juan Moneo ‘El Torta’? En una peña. Me ocurre lo mismo si hablo de La Macanita, Jesús Méndez o María Terremoto, o años antes con Manuel Moneo, Agujetas o El Garbanzo.
En las peñas se ha escuchado y se sigue escuchando un cante íntimo, donde no cabe la mentira o la coba, la ojana que decimos los flamencos, y donde el artista se aprieta los machos. Por eso, el puesto que ocupa Jesús es tan importante y conlleva una responsabilidad absoluta. Los Cernícalos celebran este año el medio siglo del Pregón Flamenco de la Semana Santa, montará su caseta un año más en la Feria del Caballo de Jerez convirtiéndola en punto ineludible para cualquier jerezano o turista, programará los recitales de las Noches de La Plazuela con una calidad incuestionable, cuidará las academias que alberga su sede como las de Esther Aranda o la veterana Ana María López… y otras tantas actividades que definen a esta peña como una de las señeras en el mundo.
Enhorabuena a los que asumen la dirección sin mayor objetivo que la de hacer volar a estos cernícalos más alto si cabe, dándole un cariñoso saludo de agradecimiento a la directiva saliente por su gran trabajo, con Manolo Jiménez a la cabeza.
