Morales denunció el martes en una conferencia en Madrid, donde ha participado en las reuniones de la VI cumbre UE-América Latina y Caribe, que el PP apoyó un intento golpista en Bolivia en 2008 mediante una fundación vinculada a esta formación política.
Ayer, en la rueda de prensa posterior a la reunión que han mantenido los representantes europeos con los líderes andinos –entre ellos el presidente boliviano– Zapatero dijo que no ha recibido información de este asunto por parte de Morales.
En cualquier caso, defendió la trayectoria democrática del principal partido de la oposición: “Siempre he pensado –subrayó– que el PP es un partido que respeta y promueve los valores democráticos”.
Esta defensa del PP se suma a la que ya realizó anteayer el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien aseguró que este partido no tuvo “nada que ver” con esa intentona golpista.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, insistido ayer en que existen sospechas de que la Fundación Iberoamérica-Europa (FIE), vinculada al PP, financió a uno de los grupos armados que intentó perpetrar un golpe de estado contra él en 2008.
Morales, en una rueda de prensa al término de la cumbre de Madrid, aclaró que su intención no ha sido acusar directamente al PP de apoyar la intentona golpista, sino denunciar que la fundación ligada a este partido sí pudo estar detrás.
“No es que Evo acusa al PP, no tengo por qué acusar a nadie, sólo hice referencia a las informaciones de algunos medios”, explicó Morales después de leer algunos documentos que probarían la implicación de FIE en la trama.
La Fundación Iberoamérica-Europa está presidida por Pablo Izquierdo, ex diputado del PP y ex colaborador del anterior jefe del Gobierno, José María Aznar.
Según Morales, esta institución, que gestiona diferentes proyectos de cooperación en América Latina, transfirió fondos a grupos separatistas para “conspirar y querer dividir a Bolivia”, como están investigando los tribunales de su país.
El mandatario boliviano ha hecho hincapié en que su interés, al venir en estos días a España, no era “ofender a nadie”, sino dejar claro que se defenderá de los golpes de estado y de quienes quieran atentar contra la unidad de su nación.
Ha confiado en que este episodio no afecte a las relaciones con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y con el pueblo español.