La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal que cultivaba marihuana en plantaciones ocultas en plena montaña entre las provincias de Valencia y Castellón con la detención de siete personas, cinco de las cuales han ingresado en prisión, y la incautación de media tonelada de esa sustancia.
La Operación Grown comenzó a principios de octubre, cuando los agentes averiguaron que había una plantación exterior de cannabis en el municipio valenciano de Algar de Palancia, concretamente de cannabis denominado de 'guerrilla', oculta en lugares remotos en la montaña para garantizar su discreción, según informa este viernes la Guardia Civil.
La banda, para su mantenimiento, usaba motobombas con las que extraían agua de un afluente natural próximo a las plantaciones; este agua era canalizada y llevada a la zona más elevada de la plantación mediante mangueras hasta llenar las balsas que antes habían construido perforando el suelo y cubriéndolas con lona.
Los agentes detectaron la presencia de un grupo de personas asentadas en un municipio de Castellón, las cuales habían confeccionado un entramado en el que cultivaban plantaciones de entre 2.000 y 3.000 plantas.
Se comprobó también cómo dentro del grupo había un líder, que era el encargado de distribuir las tareas o roles. El resto del grupo se encontraba perfectamente estructurado donde cada integrante tenía su rol asignado (de cultivo, guarda, elaboración o venta).
Las personas que se encargaban del cultivo y guarda habían confeccionado campamentos en los que vivían con tiendas de campaña, balsas de agua y un comedor para poder cuidar y vigilar la plantación.
Además, habían instalado volumétricos a lo largo de la plantación con el fin de ser alertados de la presencia de terceras personas; otros integrantes del grupo eran los encargados de suministrarles todo lo necesario para subsistir en el monte y solo lo abandonaban durante unos minutos para recoger su avituallamiento y hacer entrega de bolsas de marihuana de unos seis kilos.
La operación culminó con la investigación de un hombre y la detención de otros siete, con edades comprendidas entre los 30 y los 43 años, todos de origen albanés, por un delito contra la salud pública, falsedad documental, grupo criminal y atentado contra la autoridad.
En los registros practicados en Oropesa de Mar, Villanueva de Alcolea y Fanzara se han intervenido media tonelada de marihuana, tres motobombas de agua, un generador eléctrico y múltiples medios para el envasado de la droga valorados en unos 6.500 euros, así como útiles de limpieza de un arma de calibre 9mm.
Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Sagunto, cuyo titular ha decretado el ingreso en prisión de cinco personas.