El Villarreal ha conseguido detener la sangría de goles recibidos en La Cerámica de la primera mitad del curso y en los últimos cinco compromisos tan solo ha recibido cinco tantos.
El conjunto dirigido por Marcelino García Toral, tercer inquilino del banquillo en la presente campaña tras Quique Setién y José Rojo 'Pacheta', ha pasado de recibir una media de 2,1 goles por partido en casa a que tan solo le encajen 0,6 por encuentro.
En los primeros diez choques disputados como local, el Villarreal recibió 21 tantos, mientras que en los cinco últimos le han hecho 3 goles.
El listado de resultados en este tramo final ha sido el siguiente: empates ante Mallorca (1-1), Cádiz (0-0) y Getafe (1-1) y victorias frente al Granada (5-1) y Valencia (1-0)
La llegada de Marcelino al banquillo en noviembre ha contribuido a esta mejoría aunque necesitó tres partidos para cogerle el punto defensivo al equipo, que recibió seis goles en sus primeras tres citas en casa, que fueron los partidos ante el Osasuna (3-1), la Real Sociedad (0-3) y el Celta (3-2).
De esta manera, el equipo castellonense ha recibido, en lo que llevamos de temporada, 24 goles en los 15 compromisos disputados como local, lo que le sitúa a tres de distancia de su peor registro defensivo en Primera.
En la temporada de su debut en la máxima categoría, el curso 1998-99, el equipo terminó con 27 goles recibidos en casa en 19 partidos a una media de 1,42 tantos por encuentro.
Por lo tanto, para no firmar un nuevo peor registro no debería recibir más de tres goles en los cuatro compromisos que le restan por disputar en casa, por donde deben pasar el Real Madrid, el Atlético, el Rayo y el Sevilla.