Se vende Historia

Hemos visto recientemente como tras la entrada en concurso de acreedores de la empresa municipal Impulsa, se han puesto a subasta bienes de esta empresa distribuidos por todo el término municipal.
Y sobre todo no es comprensible que no se cuide nuestro Patrimonio histórico y cultural, sino que el que tenemos se ponga en venta Dentro de estos bienes que se van a subastar hay importantes edificios o solares, bien por su valor patrimonial (como algunas de las cuevas canteras de la Sierra de San Cristóbal, las Bodegas Campbell…) o terrenos de alto valor sentimental como puede ser los del Estadio Cuvillo, donde juega el Racing Club Portuense. 
Es hiriente que esto venga de parte de un alcalde y de un teniente de alcalde que a la mínima presumen de haber estudiado la carrera de Historia en nuestra Universidad de Cádiz…Y digo nuestra ya que yo estudie Historia allí también, aunque creo que entendimos las asignaturas de diferente manera. 
Para los que de verdad amamos la historia no es comprensible esta desidia por parte de este equipo de gobierno hacia el Patrimonio Histórico y cultural de nuestra ciudad. Y más viendo como ciudades de nuestro entorno nos están adelantando a pasos agigantados,  como por ejemplo Chiclana y su magnífico centro Nueva Gadeira, donde guardan sus piezas fenicio-púnicas. 
No es comprensible que teniendo el más grande yacimiento fenicio-púnico de todo el Mediterráneo Occidental, como es Doña Blanca, esté en el más absoluto abandono tanto por la Junta como por el gobierno de nuestra ciudad. 
No es comprensible que, teniendo piezas arqueológicas para poseer el mejor Museo Municipal de toda la Bahía, se esté haciendo el museo a golpe de ayudas europeas o estatales; ya que no hay presupuestos municipales para terminar el museo como se merece ya que actualmente solo podemos disfrutar hasta la época romana de nuestra localidad. 
El resto de piezas, de nuestra propia historia, están en depósito a la espera de que algún día se termine. 
Y sobre todo no es comprensible que no se cuide nuestro Patrimonio histórico y cultural, sino que el que tenemos se ponga en venta. 
La historia se enseña, se estudia e incluso se regala, pero nunca, nunca se vende al mejor postor.