Las distintas asociaciones de Jerez, entre vecinos y colectivos sociales, afrontan otro año más entre las cuerdas, con poco presupuesto por no decir ninguno para actividades debido a la falta de subvenciones. La última convocatoria con asignación presupuestaria y aprobada fue en 2009 con un montante de 57.777 euros, de la que se beneficiaron casi medio centenar de colectivos. Los mismos que ahora reclaman el dinero que el Ayuntamiento debía haber pagado en 2010, después de que éste adquiriera el compromiso de abonar estas cantidades antes de que terminara 2012. El nuevo año acaba de empezar pero las asociaciones no están dispuestas a dejar pasar ni un día más y por ello reclaman las ayudas concedidas, que en algunos casos obedecen a acciones puntuales y otras para planificar su programación habitual.
Como denuncian los colectivos afectados, en la práctica la media del dinero pendiente asciende a 2.000 euros para asociaciones como Princi Jerez, El Pinar, Cuartillos y Palos Blancos, mientras que otras como Las Flores o Nueva Andalucía tienen pendientes de cobro unos 500 euros aproximadamente. Sin vistas a que el Consistorio abra una nueva convocatoria a corto plazo, lo cual es entendible habida cuenta de la complicada situación de las arcas municipales, las asociaciones se aferran a la de 2009, en la que hubo nueve líneas de subvenciones distintas. En total, se presentaron 224 solicitudes para concurrir a ayudas al voluntariado, a la mujer, deportivas y dinamización.
En lineas generales, de las 875 asociaciones registradas en la ciudad, un 20% solía pedir una subvención municipal y se le otorgaba y eso es lo que ocurrió ese año. Precisamente a estas últimas fueron a las que concurrieron 40 colectivos vecinales de las 146 inscritas en el registro municipal de las asociaciones, resolviendo el Ayuntamiento favorablemente las de talleres (3), semanas culturales (12), campañas cívicas (5), programaciones anuales de actividades (18).
Después de cuatro años de crisis, los vecinos entienden que hay que “volver a encender” la llama de la participación vecinal “con la ayuda de las subvenciones o sin ellas”. En este sentido, instan a los políticos a que “tomen conciencia” de los malos tiempos que están pasando los barrios “sin que podamos dinamizarlos” ni hacer participar a los vecinos por falta de recursos. Como critican, están cansados de que las promesas de esos ingresos que siguen pendientes “se vayan incumpliendo cada año y no le veamos solución”.
“Si nuestro papel es muy útil y válido como dicen que nos apoyen en algo. Nuestros proyectos deben tener continuidad y no podemos activar la participación un año y cuatro no por falta de recursos”, denuncian.
A partir de ahí, las actividades que se han sacrificado estos años van desde sardinadas, cabalgatas de Reyes o hasta convivencias. El objetivo sigue siendo adaptarse a los tiempos de crisis y tratar de conciliar estos malos tiempos con una oferta de ocio digna.