El artista Miquel Barceló, que hace veinte años viajó por primera vez a África, lo que influyó en su producción artística desde entonces, calificó ayer este continente como
“un gran ejercicio de vida” para él y un lugar “que puede ser un infierno y, en pocos segundos, el continente más risueño y alegre”.
En su experiencia africana desde 1988 está “el origen” de toda la pintura que ha desarrollado después, y también de las cerámicas con las que decoró la Catedral de Palma, tras conocer las “técnicas milenarias” que le enseñó una alfarera “sin torno, electricidad ni ninguna herramienta”, explicó en rueda de prensa Barceló.
El mallorquín, que presenta desde ayer por primera vez en España una selección de 82 de sus obras africanas en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga, aprendió a trabajar con el polvo de las tormentas de arena que cubre algunas de estas piezas o con las termitas que las han devorado parcialmente.
Al principio, volvía de sus viajes y se encontraba “grandes agujeros en todas las resmas de papel”, hasta que decidió empezar a trabajar con las termitas: “Es un placer ver que trabajan 24 horas al día”. Respecto al polvo, puntualiza que “no es un poquito, sino una polvareda que lo cubre todo, en una hora no se reconoce un sólo color y se incrusta”.
“Alguien me dijo que el polvo se metía dentro de las latas de sardinas y pensé que exageraba, pero me encontraba un polvo finísimo que al principio intentaba limpiar, hasta que vi que era una especie de plus”, añade.
Una de las cosas que más echa de menos de ese continente es “reírse”, porque allí lo hace “muchísimo”, asegura el artista, que cree que “los blancos han ido a África muchos años a enseñar, y está bien ir a aprender”.
UNA CÚPULA POLÉMICA
El coste global de la renovación de la Sala XX del Palacio de Naciones de la ONU en Ginebra, y de su cúpula, pintada por Miquel Barceló, asciende a 18,5 millones de euros más el 10%, según reveló el embajador de España ante la sede europea de Naciones Unidas, Javier Garrigues.
El diplomático intentó poner fin a la polémica sobre este asunto, y confirmó que se utilizó 500.000 euros de los Fondos de Ayuda al Desarrollo.