En la mañana de este martes se repetía la protesta del colectivo de parados del sector del Metal en la Bahía con una nueva concentración a las puertas de la factoría de los astilleros de Navantia en Puerto Real. La única diferencia entre la de ayer y la de hace días, es que este martes la protesta fue secundada por más gente, unas 400 personas. El objetivo, eso sí, es el mismo, reivindicar que se tenga en cuenta a este colectivo a la hora de cubrir la carga de trabajo, como es el caso ahora de los petroleros.
Este colectivo reivindica a su vez que están preparados, que son “grandes profesionales” capaces de realizar cualquier tarea en los astilleros que esté relacionada con el metal, desmintiendo declaraciones en las que se afirmaba que en la Bahía “no hay operarios capacitados”.
El destinatario de la protesta sigue siendo el mismo que la semana pasada, la dirección de Navantia, aunque también hay reproches para el comité de empresa de la factoría y por supuesto por la forma en la que se están negociando los contratos con las empresas auxiliares, “a la baja, fomentado la precariedad laboral”, señalan fuentes del colectivo. Además, lamentan desde el colectivo que no se cuente con ellos a pesar de que los retrasos que acumulan los trabajos de los petroleros.
A diferencia de la pasada semana, en la jornada del martes hubo más entendimiento entre el colectivo de parados y los representantes del comité de empresa de Navantia Puerto Real, que ayer volvió a comprometerse a trasladar las reivindicaciones de los primeros a la empresa.
Son “profesionales cualificados y formados, pero parece que somos más apreciados en el resto de España y de Europa” que en la propia Bahía. Por eso no cejarán en su empeño y en tratar de hacerse oír. Así, además de anunciar que el próximo martes el colectivo de parados del metal volverá a concentrarse junto a la factoría de Navantia en Puerto Real, ayer dieron un paso más a la hora de hacerse notar y para ello saltaron la valla que existe entre el astillero y la carretera de acceso al Puente Carranza, y allí, detrás de los quitamiedos, los cuales sirvieron para generar ruido, han continuado su protesta, eso sí, sin llegar a cortar el tráfico.
Por último, el colectivo ha mostrado su satisfacción por saber que cada semana que pasa cuentan con más apoyo, y esperan que para el próximo martes, la cifra de parados que acudan a la concentración supere el medio millar.