Así lo dijo a Efe la investigación, que precisaron que la bomba contenía unos dos kilos de explosivo, compuesto por nitrato amónico, polvo de aluminio y nitrometano, y habría sido colocada en la parte trasera del vehículo, bajo el deposito de gasolina, para causar el mayor daño posible.
Las fuerzas de seguridad tienen la certeza de que el nitrometano, que tiene un “efecto multiplicador” en los artefactos explosivos, procede del robo que ETA cometió en octubre de 2007 en Francia.
Los investigadores creen que el explosivo fue traído desde Francia por un “liberado” –a sueldo de la banda–, que podría incluso haber “montado” la bomba en Vizcaya y luego haberla colocado directamente en el coche del agente, o habérselo entregado a un grupo de “legales” para que se encargaran de hacerlo.
Las primeras investigaciones relacionan este atentado con otros tres con explosivos cometidos en los últimos dos años por ETA en Bilbao.