“Los muertos que vos matasteis gozan de buena salud” esta es una cita apócrifa que muchos sitúan de la obra teatral de “Don Juan Tenorio”, pero muchos otros dudan y discuten sobre su origen y autoría. Y es que en la vida como en la política no debe diagnosticarse el fin de alguien con antelación.
El pasado viernes, les confieso queridos lectores, que me llevé una gran alegría como socialista, como algecireño y como amigo. Habían nombrado Presidente de Puertos del Estado a Salvador de la Encina. Y desde hace una semana hasta el día de Hoy lo que más he escuchado por parte de aliados y adversarios, es ¡Se lo merece!
A lo largo y ancho de los últimos quince días, la vida de Salvador ha sido de todo menos aburrida. Ha tenido tiempo para la renuncia a no ir en las listas para, desde la lealtad, evitarle disciplinadamente cualquier conflicto al PSOE de sus amores, colocando los intereses generales por encima de sus legítimas aspiraciones personales.
También ha habido espacio en estos días para la reflexión, en los que uno, aprecia más que nunca el apoyo y el afecto de quienes le valoran y le estiman. Por eso, estas humildes palabras no están escritas en representación de nada ni de nadie, pero creo que pudieran ser muy bien el altavoz de quienes nos consideramos sus amigos.
Creo, que José Luis Ábalos y Pedro Sánchez; Ministro de Fomento y Presidente del Gobierno de España respectivamente han hecho una elección acertadísima para dirigir el Sistema Portuario español con todo lo que es y representa para la economía de nuestro País.
Sinceramente, y no me nubla la razón el sentimiento de amistad, es la persona más cualificada que tiene actualmente el PSOE para desempeñar dicho cometido, y así ha sido reconocido por propios y extraños. Confío, porque lo que conocemos, sabemos cómo trabaja, que no va a tener horas para intentar resolver los retos pendientes.
Entre otras singularidades, el nombramiento tiene la importancia que es la primera vez en nuestra historia democrática que se nombra a un campogibraltareño para una responsabilidad de tan alto nivel en el Gobierno de España.
No voy a incurrir en la tentación de subrayar tus muchos méritos y tu extenso e intenso currículum, si me gustaría señalar algunas características de la persona y el personaje. En primer lugar la lealtad a sus ideas y convicciones son firmes y sólidas.
Salvador es también, bajo su apariencia serena y equilibrada, un rebelde con causa, la de los más débiles , los más desfavorecidos, un aliado de los sufridores y de quienes la sociedad sitúa en el bando de los perdedores. Quienes te conocemos sabemos de tu fortaleza de ánimo y que para ti lo más importante es dentro de la coherencia, la palabra dada.
Tu experiencia, tu capacidad, tu actitud permanente de encontrar soluciones inclusivas, pactadas y dialogadas, son una garantía para las Comunidades Portuarias de nuestros País. Por ello, trabajadores y empresarios han visto con buenos ojos tu nombramiento.
Desde esta humilde columna de los viernes, y desde este maravilloso lugar del mundo que es nuestro Campo de Gibraltar, solo te podemos desear la mayor de la suerte, y sabemos que no te vas a olvidar que aquí en este rincón está el Primer Puerto de España.
Tú conoces sus debilidades y fortalezas, y cuáles son las soluciones a sus problemas. Sabemos que podemos contar contigo.
