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Curioso Empedernido

Momentos intensos

Necesitamos tener la cabeza despejada y las ideas claras, sin inquietarnos por los accidentes e incidentes

  • Juan Antonio Palacios. -

Una vida interesante, está llena de momentos intensos, en el que disfrutar de cada instante y somos capaces de hablar con la cabeza y el corazón., sin confusiones y con maravillosas concentraciones, en las que nos recreamos en nuestro mundo interior y disfrutamos observando el paisaje exterior.

Desconfiemos de los halagos que son unas fuente de manejos y equivocaciones, si no somos capaces de controlarnos y entender que solo pretenden manipularnos, y nos crean dependencias inútiles, que nos sitúan como títeres al servicio de quienes quieren manejar los hilos sin exponer nada.

Necesitamos tener la cabeza despejada y las ideas claras, sin inquietarnos por los accidentes e incidentes, y analizando las causas y criterios de los hechos que nos suceden. Hay decisiones que cambian nuestras vidas para siempre, y nos damos cuenta que no hay posibilidades si nos empeñamos en que no las haya.

Nuestra perseverancia nos ayuda a conseguir nuestros sueños, y esa insistencia en positivo, nos impulsa a avanzar y a defender con convicción aquello en lo que creemos. Resultó difícil y en ocasiones doloroso acostumbrarnos a incorporar las mascarillas como un elemento no solo necesario sino imprescindible. Hoy contamos los días y nos encontramos en la marcha atrás para liberarnos de las mismas en los espacios exteriores si se guardan las distancias recomendadas.

Hay gestos que pueden acercar a personas que se encontraban distintas y que incluso eran antagonistas . Son momentos intensos, en los que uno descubre que siempre es preferible  que nos respeten a que nos teman, que hay fotos que es deseable evitarlas sino queremos caer en el ridículo.
Hemos de acostumbrarnos a rodearnos de gente valida y preparada, que no nos den la razón en todo, y tengan la lealtad de decirnos cara a cara , lo que piensan  y no nos la jueguen por detrás dándonos la razón en todo y tomándonos por tontos.

Los momentos de riesgos nos dan intensidad y nos alimentan sorpresas, lejos de dogmatismos y tensiones. La mayor magia nos la proporcionan  cuando sin trampas ni cartones, sabemos cumplir nuestro papel, y somos capaces de dejar volar nuestra imaginación , sin autocensuras ni corsés.

De piedras y colores están llenas nuestros suelos y  paredes, algunas reales y otras ficticias, pero todas verdaderas , para nuestra visión o nuestra imaginación.. Podemos pintarlas o contemplarlas , con sus imágenes y sus sombras , transformando en positivo y claro , lo negativo y oscuro.

Nuestro deseo de progreso y recuperación ocupa el primer plano, pero debemos ser discretos y saber redirigir nuestros objetivos para ser más precisos. Cuando nos amenazan nos sentimos presos del pánico, pero los diálogos íntimos nos van a aportar grandes satisfacciones.

Nos sentimos muy ilusionados con aventuras apasionantes e increíbles y no podemos perder el tiempo en minucias que nos agotan. Tenemos que saber elegir el momento para cambiar las cosas, porque los quebraderos de cabeza pasarán y serán recordados en el futuro como una mala pesadilla.

El buen hacer y el prestigio están fuera de toda sospecha, los éxitos de los demás hay que saber reconocerlos, porque no solo les dan méritos a quien los logra , sino a nosotros que nos refuerza nuestra buena fama, compensa con creces el esfuerzo y el tiempo que dedicamos a aprender.

Estamos atravesando una nueva etapa de momentos intensos, y no es deseable forzar las cosas , sino estar dispuestos a superar las dificultades pasajeras.                             

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