El candidato del centroderecha, Nello Musumeci, y el del Movimiento Cinco Estrellas, Giancarlo Cancelleri, se encuentran igualados en las elecciones regionales en la isla de Sicilia, y se certifica el fracaso de la izquierda que se presentó dividida, según las primeras proyecciones.
Las elecciones de este domingo para elegir al nuevo presidente de la región de Sicilia se han convertido en una importante prueba general para pensar en las consecuencias de las posibles alianzas ante las generales previstas para la próxima primavera.
El recuento de los votos comenzó a las 8.00 locales (7.00 GMT) del lunes y Musumeci y Cancelleri están empatados con el 34 % de los consensos, según las primeras proyecciones con el 5 % escrutado.
Musumeci era el candidato apoyado por una amplia coalición de centroderecha de la que formaban parte Forza Italia y los ultraderechista Liga Norte y Fratelli d'Italia.
Estas tres formaciones sellaron en Sicilia el llamado "pacto del arancino (plato típico siciliano)" que ahora visto el éxito obtenido en Sicilia esperan repetir a nivel general y al que se sumaría además el fuerte consenso que la Liga Norte tiene en el norte del país.
Los tres líderes Silvio Berlusconi (FI), Matteo Salvino (Liga Norte) y Giorgia Meloni (FdI) se dejaron ver en un restaurante siciliano para escenificar su unión ante las generales, aunque sin disipar la duda de quien será el candidato a primer ministro.
A pesar de que Sicilia ha sido siempre un bastión de la derecha y sobre todo del partido de Silvio Berlusconi, el PD había ganado las elecciones de 2012 con su candidato Rosario Crocetta.
Sin embargo, en las elecciones de ayer se certificó el fracasó de la izquierda que tras las últimas escisiones se presentó dividida.
El candidato apoyado por el PD de Matteo Renzi, Fabrizio Micari, obtiene el 21 % de los votos, mientras que Claudio Fava, presentado por el Movimiento Demócrata y Progresista (MDP) de los disidentes del Pd junto con Izquierda Italiana se quedaría en el 9%.
El PD ya reconoció anoche su derrota y acusó a los disidentes de no querer apoyar a Micari con la sola intención de ir contra el secretario general del partido y exmandatario, Matteo Renzi.
Las elecciones en Sicilia demuestran también que el enemigo tanto para la izquierda como para la derecha es el M5S y que sin coaliciones será difícil superarlo en los comicios generales.
El ganador en las elecciones regionales de Sicilia será seguramente por pocos votos ya que las proyecciones dan resultados muy ajustados y no está prevista una segunda vuelta.
La afluencia en Sicilia siempre caracterizada por ser baja se quedó en el 46,76 % de los sicilianos con derecho a voto, poco inferior al 47,41 % que participó en las pasadas elecciones de 2012.