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Sólo uno trabajando para pagarle la prestación a otro que ya no trabaja

En la provincia de Cádiz hay 329.100 personas ocupadas, frente a las 329.400 que reciben algún tipo de prestación contributiva, no contributiva, o por desempleo.

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  • El sistema naufraga -

Las cifras son claras, y si alguien se para a observarlas detenidamente se preguntará cómo el país sigue aguantando y no ha reventado ya. Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en Cádiz hay 329.100 personas ocupadas, frente a las 234.600 que están en situación de desempleo. Es decir, que hay 1,4 cotizantes por cada parado.

Pero esta cifra no se ajusta a la realidad, porque a esto hay que añadir a las 196.020 personas que están cobrando pensiones contributivas, ya sea por incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad o favor de familiares; y a las 18.738 que perciben pensiones no contributivas.

Si se suma todo, el resultado es para echarse las manos a la cabeza, ya que actualmente en la provincia cada trabajador estaría sosteniendo a 1,4 personas que cobran algún tipo de ayuda o prestación sin trabajar. Pero este dato tampoco es real, ya que de los 234.600 parados que tiene la provincia, 120.000 ya no reciben ningún tipo de ayuda. Por lo tanto, la balanza se inclina hacia un peligroso 1 a 1. Es decir, un cotizante por cada persona que cobra sin trabajar.

Esta cifra está por debajo del mínimo fijado por los expertos para que el sistema pueda subsistir, que se sitúa en 2,5 cotizantes por cada pensionista, o lo que es lo mismo, harían falta, cuatro millones de trabajadores más. Pero lo más llamativo es que la situación de España en su conjunto no está mucho mejor, de hecho, en la actualidad tiene la peor ratio de los últimos diez años.  Pero lo más preocupante es que la situación no tiene visos de cambiar,  como consencuencia de la dureza de la crisis, la fuga de jóvenes al extranjero, el progresivo envejecimiento de la población, y la elevada esperanza de vida.

Una caída de las cotizaciones mayor que la prevista y un aumento del gasto en pensiones muy superior al que sorprendentemente calculó el Gobierno (pese a que la evolución del gasto en pensiones es una de las variables más fáciles de predecir) han puesto contra las cuerdas a la liquidez de la Seguridad Social.

Para pagar las pagas extra de julio y Navidad a los pensionistas, la Seguridad Social tuvo que echar mano por primera vez de sus reservas, según confirmó el propio secretario de Estado, Tomás Burgos. Los fondos de reserva a los que se recurrieron fueron los de Prevención y Rehabilitación, el dinero sobrante de la gestión de las mutuas que se ha ido acumulando durante la última década.

El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la “hucha de las pensiones” cuenta, hasta la fecha, con 62 millones de euros, lo que representa el 6,% del PIB español. Sólo para las pagas de julio y diciembre se tuvieron que sacar 7.400 millones de euros.

Cada mes, el Estado se gasta más de 7.000 millones de euros en el pago de pensiones, un importe que sufragan los trabajadores en activo con sus cotizaciones.

Si en provincias como Cádiz se pueden pagar las pensiones es gracias a que el sistema de caja única lo permite. El Estado recauda el dinero destinado a este fin en todo el territorio nacional y se encarga después de los pagos con independencia del lugar de residencia del pensionista.
El funcionamiento del sistema es conocido: los trabajadores en activo cotizan (pagan una cuota) para tener derecho a los servicios que proporciona (sanidad, desempleo y jubilación); un dinero a la vez que sirve para abonar las pensiones de las generaciones precedentes. Asimismo, el sistema es contributivo y proporcional, lo que significa que cada persona paga según lo que gana y en el futuro cobrará una jubilación que dependerá de lo que ganó y aportó.

Perfil del demandante
El perfil del demandante de empleo en Cádiz es de baja cualificación, según un estudio del Servicio Andaluz de Empleo. El Observatorio Argos, organismo dependiente de la Junta de Andalucía, apunta que el 70 por ciento de los parados de la provincia sólo pide puestos de baja cualificación o trabajos del sector hostelero, comercial o de la construcción, caso de camarero, dependiente, peón o albañil.
La cifra destaca así las carencias formativas de buena parte de la población en paro. Sólo el 10 por ciento tiene estudios postsecundarios, incluidos universitarios. Aunque esta cifra puede resultar errónea, ya que muchos universitarios optan por ocultar sus estudios porque así creen que podrán tener opciones para acceder a determinados puestos de baja cualificación.

El director de Renta 4 Banco en Cádiz, José Manuel Silva, asegura que el futuro dependerá de que se tomen medidas para generar empleo juvenil cuanto antes, y fomentar los planes de pensiones privados introduciendo mejoras fiscales para hacerlos más atractivos.

Para Silva los planes de pensiones servirán para mantener el nivel de vida después de la jubilación utilizándolo como complemente a la jubilación. Eso sí, existen miles de planes de pensiones en función de la situación de cada familia, por lo que habría que asesorarse antes de contratar uno: “Un plan de pensiones no se compra paseando o viendo un cartel en una entidad financiera, hay que buscar el que mejor encaje con el perfil de cada cliente”, asegura.

En la oficina de Renta 4 Banco en Cádiz no sólo están pecibiendo más interés por este tipo de productos, sino que también están notando que hay más preocupación por buscar asesoramiento en general.

José Manuel Silva recuerda que la economía son ciclos y que se terminará saliendo de la crisis.  No obstante, insiste en que el trabajo empieza por uno mismo y los gaditanos se tienen que creer que son capaces de mejorar la situación. El director de Renta 4 se queda con un dato positivo y es que, por primera vez, España exporta más que importa. En este sentido, recuerda que la provincia de Cádiz se encuentra ubicada en un lugar estratégico, con un potencial enorme, que hay que empezar a explotar ya para poder competir.

Más viejos
Apenas 3.635 ancianos viven en geriátricos, según recoge la estadística de Población y Vivienda para 2011, publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Ese volumen supone en torno al 5% de la población mayor de 75 años de la provincia.

Cádiz cuenta con 75 geriátricos repartidos por toda su geografía y 30 de ellos mantienen conciertos con la Junta para la totalidad o la mayoría de sus plazas, según los datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), dependiente del Ministerio de Sanidad. Todos ellos acumulan retrasos de varios meses en el pago de las plazas y algunos ya han tenido problemas para hacerle frente a las nóminas. También se ven en apuros las residencias de ancianos gestionadas por las congregaciones religiosas, que durante años han sido mayoritarias.

Mientras ha funcionado la Ley de la Dependencia, en la provincia de Cádiz ha habido muchas familias que, dada su dramática situación económica, han preferido sacar alos abuelos de las residencias para atenderlos en casa, y poder hacer uso de la pensión al cien por cien.

Con los recortes, el funcionamiento de esta Ley se ha paralizado y ya sólo la pueden solicitar las personas que se encuentren en el mayor grado de dependencia. Esto hace que las listas de espera para entrar en los geriátricos se amplíen, aunque no por ello la Consejería de Bienestar concierta más plazas, más bien lo contrario, en algunos casos el número está yendo a menos por los impagos.

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