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Jueves 19/06/2025
 

Valencia

Desarticulada una red con un 'laboratorio' que podía "cocinar" hasta 30 kilos de cocaína

La operación se salda con 25 detenidos, una decena de registros en ocho localidades y abundante material

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  • Operación en Valencia. -

Funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en una operación conjunta con agentes de Policía Nacional, han desmantelado en Valencia un grupo presuntamente dedicado al tráfico de cocaína que contaba con un "macro laboratorio", ubicado en dos domicilios, con capacidad para "cocinar" hasta 30 kilos al día de esta droga.

Durante la operación, denominada 'I. Amable/Sunka/Zafra', los agentes han detenido a 25 personas, incluidos los presuntos responsables de la red criminal, y se han practicado una decena de entradas y registros en ocho localidades de la provincia de Valencia.

La operación se inició en julio de 2024, con la detección de una empresa española a la que se consideraba sospechosa de introducir estupefacientes por el Puerto de València. Esta sociedad mantenía relaciones comerciales con una exportadora con una "larga lista" de antecedentes por tráfico de drogas.

La sociedad investigada realizó una primera importación de pulpa de fruta congelada en agosto de ese mismo año y, a partir de ese momento, los investigadores realizaron el seguimiento y control de sus operaciones a la vez que continuaban ahondando en el entramado económico de la entidad y en la propia actividad de su administradora, cuyos ingresos, en apariencia, se limitaban al cobro de una prestación por desempleo, pese a que sufragaba operaciones de importación internacional de contenedores.

En diciembre de 2024, la empresa realizó una segunda importación de pulpa congelada, que depositó en un almacén de frío en una localidad cercana a València, ya que carecía de infraestructura para gestionar el envío. A principios de febrero, la administradora de la empresa gestionó la retirada de la mercancía de este depósito.

La gran mayoría de la pulpa fue enviada a un distribuidor legal, pero los bidones que contenían pulpa de guayaba quedaron en el almacén de frío, que la administradora dijo que serían retirados al día siguiente. Un servicio de vigilancia detectó la llegada de la administradora y de un varón, de nacionalidad albanesa, con múltiples antecedentes por delitos patrimoniales, que cargó parte de la pulpa de guayaba en una furgoneta refrigerada y la transportó a un chalet de Oliva, alejado de zonas habitadas.

La mercancía fue descargada en su interior y dejada a la intemperie, ya "sin interés por respetar la cadena de frío", ha apuntado la Policía. En los días siguientes este individuo descargó el resto de la pulpa y permaneció custodiando ese inmueble, donde residía acompañado de varios perros, "en clara actitud de vigilancia".

Para las labores de descarga, esta persona fue ayudada por otros dos ciudadanos albaneses que habían llegado a España unos días antes, que se alojaban en apartamentos turísticos de alta gama y usaban vehículos de alquiler. En este contexto se detecta a un cuarto individuo, también albanés y asentado en España que, aparentemente, era el supervisor de la rama albanesa de la organización. Esta persona mantenía reuniones con dos hermanos de nacionalidad colombiana que habían llegado recientemente a España, y que se alojaban en Valencia y en Alboraya, en inmuebles gestionados por los ciudadanos albaneses.

Además, se detectaron reuniones con un varón español, vecino de Catarroja, con antecedentes por tráfico de drogas en Ecuador. Este, a su vez, parecía tener bajo su control a un grupo de individuos sudamericanos, residentes en un inmueble de su propiedad y que eran trasladados a un chalet en Torrent.

PRODUCTOS QUÍMICOS

Fruto de la labor de vigilancia, los funcionarios detectaron que los ciudadanos sudamericanos residentes en Catarroja eran trasladados a otro chalet en la localidad de Alberic, donde pasaban gran parte del día. Paralelamente, el ciudadano español del que dependían comenzó a adquirir "grandes cantidades" de productos químicos de forma gradual, que almacenaba en un bajo de Catarroja, desde donde eran distribuidos a los chalets.

La actuación se precipitó cuando los investigadores observaron movimientos que llevaron a pensar que la organización ya había obtenido la sustancia estupefaciente, lo que dio paso a los diez registros, que se llevaron a cabo en dos fases en ocho localidades de la provincia de Valencia.

La primera tuvo lugar el viernes 25 de abril y se centró tanto en las ubicaciones "críticas" para la organización, como en la captura de los líderes de la red: en el chalet en Alberic, dos pisos y un bajo en Catarroja, un piso en Pobla Llarga, y un apartamento en Alboraya, mientras que al día siguiente se registraron las viviendas de Oliva y Torrent, otro chalet en Turís y un piso en Valencia.

El registro en Alberic llevo a la detención de siete personas, seis de procedencia sudamericana y un español, que se encontraban trabajando en un sótano, en malas condiciones de habitabilidad y ventilación, donde estaban manipulando la pulpa de guayaba para separar de este producto la pasta base de cocaína.

Además, se realizó un registro en un domicilio de Pobla Llarga, donde se intervinieron casi 40 kilos de pasta base de cocaína, junto con un ladrillo de cocaína.

SEGUNDA FASE

Al día siguiente de desarrolló la segunda fase, con la localización de un segundo laboratorio, en la localidad de Torrent donde la organización llevaba a cabo el proceso de clorhidratación de la pasta base de la cocaína, con el que obtiene su característico aspecto blanco -además del secado y presentación de la droga-. Entre la maquinaria localizada había una prensa de 15 toneladas y un molde con el logotipo de la empresa automovilística, para pegatinas que iban a ser utilizadas para marcar los paquetes del estupefaciente.

En el chalet de Oliva, además de la pulpa, se intervinieron armas de fuego y abundante munición, así como billetes de euro falsificados.

Mientras se estaba desarrollando la segunda fase de la operación, uno de los presuntos cabecillas de la organización albanesa fue localizado por los agentes mientras trataba de salir de España a través del aeropuerto de El Prat.

En total, los agentes han intervenido 32.735 euros, 38.850 euros falsos, 38,2 kilos de pasta base de cocaína, 7,4 kilos de cocaína, 87 gramos de hachís y 94 gramos de marihuana; abundante material para la preparación de la cocaína: más de 500 kilos de precursores sólidos y más de 7.000 litros de precursores líquidos, así como instrumentos y maquinaria de laboratorio, junto con armas y munición.

Entre ellas, dos machetes, cuatro pistolas, un revólver, una pistola de caza, 30 cargadores de diferentes armas y calibres, entre 500 y 1.000 cartuchos de munición, un silenciador, una pistola eléctrica y tres defensas extensibles. También se han intervenido cinco coches de alta gama, chalecos de policía, una baliza de seguimiento, 28 teléfonos móviles, varias tarjetas SIM, diversas anotaciones contables y otra documentación.

Los últimos detenidos, los días 21 y 22 de mayo, son personas que aparecen vinculadas, directa o indirectamente, al funcionamiento y actividad de la organización, como son la propia administradora de la empresa importadora, o los arrendatarios y propietarios de los vehículos e inmuebles utilizados por los miembros de la red criminal.

La investigación desplegada ha permitido llegar a altos responsables de la organización y desarticular el completo funcionamiento de la red, así como la detención de un total de 25 personas: 12 de nacionalidad colombiana, nueve españoles, dos albaneses, un mexicano y un italiano.

Los agentes han solicitado al Juzgado número 4 de Ontinyent, que dirige la investigación, la expedición de órdenes internacionales de detención para el resto de miembros de la organización, que, en el momento de la actuación, se encontraban fuera de España.

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