Bajo la brisa templada del verano gaditano, Ismael Serrano volvió a conectar con su público en un formato íntimo de voz y guitarra que llenó de emoción el Baluarte de la Candelaria, dentro de la programación Baluarte Verano 2025. Sin más artificio que su música y su palabra, el cantautor madrileño ofreció un recital cálido, honesto y profundamente humano.
Desde los primeros acordes, quedó claro que el concierto iba más allá de un repaso a su discografía: fue un encuentro entre historias compartidas. “Ahora me tomo menos en serio”, confesó entre canciones, con la ironía y lucidez que lo caracterizan. Así, hiló temas como Recuerdo, Ven o Ahora que te encuentro, piezas menos radiadas pero cargadas de sensibilidad, que resonaron con fuerza en la intimidad del recinto.
El público, entregado desde el inicio, siguió cada letra con respeto y emoción contenida, rompiendo en aplausos al final de cada tema. No faltaron guiños a sus grandes clásicos, pero el verdadero peso del concierto recayó en esa capacidad suya para contar y cantar lo cotidiano con poesía, sin solemnidades, pero con profundidad.
Al finalizar, muchos de los asistentes esperaron su salida junto al acceso del baluarte, con móviles en mano y ojos ilusionados, buscando saludar, agradecer o simplemente ver de cerca a quien tantas veces ha puesto palabras a sus propias vivencias.
Con este concierto, Ismael Serrano demostró una vez más que el arte de emocionar no necesita más que autenticidad, una guitarra… y alguien que escuche.
