La derecha está que se sale y anda sacando pecho y avasallando a todo el que se encuentra en su camino. Sabe que si suman en cualquiera de las Elecciones que quedan por venir no tendrán ningún problema para gobernar en Ayuntamientos, Diputaciones, Mancomunidades, Comunidades Autónomas, Gobierno Central y la Asociación de Vecinos o la Peña de su barrio.
Están dispuestos a hacerse con todo el poder y la izquierda hemos de ser inteligentes para no permitirlo. Porque por mucho que digan redigan y prometan, en cuanto que lleguen al gobierno retrocederemos en los derechos adquiridos, aunque ahora nos juren y perjuren que no será así, la historia es el mayor de los chivatos.
Esa marcha atrás supone mayor desigualdad, más privatizaciones de servicios básicos, empleo más precario, menos libertades. Eso sí más apariencias y menos esencias. Han empezado la Reconquista por Andalucía, pero si no lo evitamos desde la izquierda continuarán por el resto de España.
En estos momentos estamos viviendo situaciones inéditas e increíbles. Así no deja de resultar curioso, que sea la primera vez que se publica un libro de un Presidente en ejercicio. Y es que Pedro Sánchez acaba de sacar a la calle su primer libro, con un título altamente sugestivo, Manual de Resistencia.
La obra es todo un ejemplo de quien ha sido capaz de romper muchas convenciones para lograr sus objetivos, que fue capaz de ganar unas primarias contra todo pronóstico y que ha sido también el primero a lo largo y ancho de nuestra democracia en ganar una moción de censura, y es que el Presidente del Gobierno de España y Secretario General del PSOE, más que un resistente es un resilente.
Cuando negamos la existencia de algo, es posible que consigamos que no exista y entre lo real y lo virtual, no somos capaces de encontrar soluciones fáciles a problemas difíciles., despolitizar todo para convertirlo en populista.
Vamos descubriendo que pasos atrás y poco a poco nos hundimos gloriosamente o subimos mezquinamente. Y si somos capaces de resistir descubrimos la satisfacción de llegar pronto o bien frente al conseguir alcanzar nuestro objetivo tarde y mal.
A todos nos gustaría escribir el guión de nuestras vidas atravesando una alfombra roja entre aplausos, pero nuestras historias se van fabricando día a día, desde nuestros pensamientos, nuestras vivencias y relaciones, y si nos hacemos trampas terminamos dándonos un disparo en el pie.
Quienes ante los problemas no dan la cara, se niegan a dialogar y solo emplean la descalificación, el insulto y los gritos frente a las razones, es que carecen de argumentos para convencer y necesitan someter para vencer. Por ello en la defensa de nuestra dignidad, ni un paso atrás.
La lucha desde nuestras convicciones es un síntoma de valentía e inteligencia, la descalificación, las bravuconadas y los ultrajes, ofensas e injurias son la evidencia de la cobardía, la torpeza y la falta de talante democrático.
Todas las personas decentes queremos lo mejor para nosotros y los demás, debemos seducirles si queremos tener éxito, exigirles con dulzura para motivarles y convencerles. Hemos de estar vigilantes a las maniobras y manipulaciones de quienes se instalan en la mentira y la falsedad, escuchar lo que nos dicta la razón y saber elegir bien entre intereses opuestos.
Cuando se acumulan las nubes anunciando tormentas es difícil lograr la armonía y descifrar los enigmas que se nos presentan en nuestros caminos, por eso más que nunca hemos de mantenernos firmes y no dar ni un paso atrás.